Las diez comunidades de regantes del Vinalopó más próximas a las obras postrasvase y con mayor necesidad hídrica serán las beneficiarias de los cinco hectómetros cúbicos que todavía contiene la balsa de San Diego, punto final del trasvase Júcar-Vinalopó. La balsa recibió 12 hectómetros cúbicos a finales de 2010, cantidad que se ha reducido a cinco hectómetros cúbicos entre otros motivos por la rotura de la balsa.

La Junta Central de Usuarios del Vinalopó se reunió ayer con la consejera de Agricultura, Maritina Hernández, para tratar los detalles del que será el primer riego con aguas del Júcar. El portavoz de los usuarios del Vinalopó, Ángel Urbina, defendió tras el encuentro que esperan que la primera agua de la balsa de San Diego llegue esta misma semana. El Consell, en cualquier caso, debe autorizar mañana viernes el convenio que permitirá regar con esta agua procedente del Júcar, lo que supondrá que pueda empezar a distribuirse.

El primer reparto llegará al embalse de El Toscar de Monòver, detalló Urbina. “Luego llegará a Aspe y terminará en el embalse de José Ramón García Antón de Elche”, agregó. Urbina remarcó que precisamente fue en la villa de Elche donde, en 1420, se planteó por primera vez el trasvase Júcar-Vinalopó.

Las comunidades de regantes que se beneficiarán del agua embalsada en San Diego son Hondón-Monòver, La Romana, Monforte del Cid, Monteagudo, Salinas, Virgen de la Paz-Canalillo de Agost, SAT San Enrique, SAT Percamp, Virgen de las Nieves de Aspe y SAT Casas de Juan Blanco, según detalló la Consejería de Agricultura. Esta remesa costará 18 céntimos por metro cúbico. El precio del agua del trasvase aún está por definir entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y los regantes del Vinalopó.

La consejera de Agricultura aseguró que el convenio que aprobará mañana el Consell “es el primer paso para asegurar el suministro de agua al Vinalopó y atender una demanda histórica de estas comarcas”. Pese a ello, Urbina insistió en que este riego es “excepcional y puntual”. La Junta Central de Usuarios del Vinalopó volvió a reivindicar “más que nunca”, según su portavoz, la toma del trasvase desde Cortes de Pallás. Esta toma fue sustituida por el Gobierno socialista en 2005 por otra toma en azud de la Marquesa, una decisión que contó con el respaldo de los regantes del Júcar pero también de colectivos ecologistas, aunque es duramente criticada por los agricultores del Vinalopó, que aseguran que la calidad del agua en este punto del río no es la adecuada para sus cultivos.

El portavoz de los regantes aseguró que en la actualidad el entendimiento y el “diálogo fluido” que existe con las distintas administraciones (todas del PP) es bueno y por eso reclamó “que todos se pongan las pilas para solucionar el trasvase desde Cortes de Pallás, un tema acuciante para la provincia de Alicante”.

Tras esta primera remesa de agua, la balsa se reparará y volverá a llenarse y a vaciarse en el campo alicantino.