ALICANTE_El agua procedente del trasvase Júcar-Vinalopó almacenada en el embalse de San Diego empezará a fluir y llegará a los regantes alicantinos el próximo jueves. Según confirmó a ABC el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alacantí, Andrés Martínez, las pruebas han ofrecido un resultado satisfactorio, y solo resta culminar con los trámites administrativos.

En concreto, los regantes, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la sociedad estatal Acuamed -promotora del trasvase- firmarán esta semana el convenio que regirá el uso del agua almacenada en estos momentos, y la del nuevo envío en pruebas que se realizará desde la toma del trasvase cuando el embalse, vacío, haya sido reparado.

De esta manera, los regantes del Vinalopó -que destinarán el agua, principalmente, a cultivos vitivinícolas y cereales- podrán aliviar los acuíferos sobre los que poseen derechos hídricos, que se encuentran seriamente sobreexplotados desde hace años. Habitualmente, en el mes de septiembre se utilizan unos 15 hectómetros cúbicos para regadío en el Vinalopó, por lo que el uso del agua de San Diego permitirá limitar el recurso a las aguas subterráneas a solo 10 hectómetros este mes.

Pero además, dado que el agua se destinará principalmente a la uva, el agua del trasvase permitirá aliviar notablemente los dos acuíferos más sobreexplotados: el de la Sierra de Crevillente y el de Villena. Los mayores cultivos de uva en el Vinalopó se encuentran en Aspe, que riega con el agua del acuífero de Crevillente, y en Monforte, que recurre al de Villena. Al utilizar aguas superficiales, se aliviará la presión sobre estos dos lagos subterráneos, que son, junto al de Salinas, los más esquilmados de la zona.

 

Convenio

Para ello, las tres partes implicadas deben firmar un convenio antes del próximo jueves, cuando está previsto que empiece a repartirse el agua -que a estas alturas ya llena los canales y balsas del postrasvase-. Tal como ha venido contando ABC, los regantes pagarán 18 céntimos de euro por cada metro cúbico, tanto en el riego que se acometerá esta semana como en el segundo, que se llevará a cabo una vez reparado el embalse y vuelto a llenar, también en período de pruebas.

El último trámite que restaba por cumplir antes de proceder a la firma del convenio era el visto bueno de la CHJ al reparto de volúmenes, propuesto por los regantes. Dicho reparto ya ha sido recibido por el organismo de cuenca, y los regantes ya cuentan con su visto bueno oficioso.

La firma del convenio supondrá el fin a siete años de conflicto entre regantes y Gobierno, después de que la exministra socialista Cristina Narbona cambiase el trazado del Júcar-Vinalopó para tomar el agua en el azud de la Marquesa, en lugar de en Cortes de Pallás (como había previsto el anterior Gobierno del PP en 2001). El conflicto ha evolucionado desde los intentos de acuerdo hasta los pleitos en los tribunales. En la segunda legislatura de Zapatero, con la salida de Narbona, se produjo un intento de acercamiento, que no fructificó.

 

Mesa técnica

Así, el agua que hoy almacena San Diego llegó a Villena a finales de 2010 sin usuarios. Con el cambio de Gobierno, los regantes mantuvieron una primera toma de contacto con la CHJ en la que se acordó, de un lado, dar uso al agua embalsada durante el periodo de pruebas para evitar que se perdiese por las filtraciones y la evaporación. Y de otro, crear una mesa técnica que estudiase todas las alternativas posibles al Júcar-Vinalopó actual.

Los regantes esperan que, una vez firmado el convenio con la CHJ y Acuamed, y recuperada la interlocución con el Gobierno, la mesa técnica pueda empezar a estudiar alternativas. La prioritaria para los usuarios del Vinalopó sigue siendo, en este sentido, la recuperación de la toma original.
Lista en un año
Tal como avanzó ABC el pasado mes de noviembre, la toma en Cortes de Pallás podría estar terminada en un año, aproximadamente. Cuando Narbona anuló el trazado original, las obras del Tramo I -es decir, el punto de toma- estaban terminadas. De hecho, una vez descartada para el trasvase, se iba a destinar a central hidroeléctrica.

El coste de acometer la conexión del Tramo I con el tramo IV -en el que enlaza el actual trazado- sería de unos 60 millones de euros, según un estudio encargado hace uno año por la Junta Central de Usuarios del Vinalopó. No obstante, el desembolso se amortizaría en tres años, dado que se ahorrarían 24 millones de euros al año en consumo energético.