Tras un análisis microbiológico realizado por el Comisionado de Servicios Públicos de la Defensoría del Pueblo de Tumbes y la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental se determinó que el agua que consume la población del distrito de San Jacinto, ubicada en la margen izquierda del río Tumbes no está clorada y contiene altos niveles de turbiedad.
Son 12 los caseríos afectados, entre ellos: La Capitana, Rica Playa, Vaquería y Casa Blanqueada. La Defensoría del Pueblo recomendó a la Dirección Ejecutiva de Saneamiento Ambiental de Salud que entregue insumos para mejorar la calidad del agua y así quede apta para el consumo humano.
Además, exhortó a los gobiernos locales de estas jurisdicciones que se preocupen por sus pobladores ya que también es responsabilidad de ellos velar por su salud.