Rusia ocupa el segundo lugar, después de Brasil, en cuanto a reservas de agua dulce se refiere.

"En el futuro el mercado mundial podría demandar una variedad de diferentes combinaciones de potencial geográfico natural de Rusia: desde el suministro de agua potable en zonas que experimentan su escasez hasta la realización a gran escala de proyectos ambientales internacionales", reza un informe del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia, citado por la agencia Ria Novosti.

Los expertos rusos suponen que es más rentable vender agua a China, Oriente Medio y el norte de África.

Para diversificar las exportaciones rusas también se propone vender al extranjero pieles, bayas silvestres, hierbas medicinales y bálsamos, así como frutos secos y nueces. El año pasado, los hidrocarburos y otros portadores de energía constituyeron el 71% de las exportaciones rusas.

En agosto del año pasado, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, dijo que la escasez de agua dulce en el mundo puede convertirse en un obstáculo para el crecimiento económico e incluso provocar guerras.