Un vertido de Repsol ocurrido a finales de octubre en la refinería de La Pobla de Mafumet (Tarragonès) afectó a acuíferos y aguas subterráneas asociadas, donde se han detectado compuestos de benzeno, según reconoció ayer la Generalitat. Además, el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, elevó a 6.000 toneladas la cantidad de nafta vertida frente a las 4.500 en que la empresa estimó en un principio el derrame. La nafta es un compuesto muy volátil e inflamable de hidrocarburos obtenido a través del procesamiento del petróleo crudo.

Vila, a preguntas del PSC e ICV ayer en el Parlament, explicó que, debido al incidente, la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha incoado un expediente a Repsol por una presunta infracción muy grave. Esto podría comportar una sanción administrativa a la petrolera de entre 500.000 y un millón de euros, según contempla la ley de aguas. Además, la Generalitat mantiene abierto otro expediente a la empresa por responsabilidad medioambiental y la fiscalía de Tarragona también está investigando el vertido.

El incidente, que se produjo al resquebrajarse un conducto por oxidación, fue notificado por Repsol a la Generalitat el 31 de octubre de 2012. El 5 de noviembre el jefe de Calidad y Medio Ambiente de la refinería de Repsol en Tarragona comunicó al Ejecutivo catalán “la producción de un incidente puntual y el inicio de trabajos para restaurar el medio afectado”. La ACA ha realizado desde entonces diversas inspecciones en el río Francolí y pozos de la zona. “Repsol garantiza la calidad del agua a los payeses mediante el suministro alternativo a través de la empresa Aitasa”, explicó Santi Vila.

Por su parte, un portavoz de la petrolera asegura que la “nafta libre” ya está retirada, pero en varios puntos de registro los controles aún detectan componentes del vertido de octubre.