Srinagar, India.- Cuando las inundaciones anegaron la Cachemira india, Abdul Mayid pasó cinco días refugiado con su familia en el ático de su casa, viendo impotente cómo los helicópteros del ejército sacaban a los turistas de los tejados de los hoteles y las embarcaciones del gobierno ponían a salvo a las autoridades locales.
"Gritamos e hicimos señas, pero nos ignoraron", dijo el empresario.
La mayor parte de las crecidas han retrocedido, pero el enfado de Mayid no. Promete participar en la protestas contra India que todos los días bloquean las pocas carreteras que siguen en uso.
"Para mí está claro que India trata a los cachemires como ciudadanos de segunda clase", dijo Mayid.
Las inundaciones registradas a principios de septiembre en esta conflictiva región del Himalaya mataron a 281 personas, destruyeron al menos 100.000 hogares y provocaron unos 17.000 millones de dólares en daños. Cientos de miles de personas podrían seguir sin hogar cuando llegue diciembre, cuando las temperaturas suelen bajar por debajo de los cero grados centígrados.
La indignación de los cachemires con lo que consideran como una lamentable respuesta del gobierno está reavivando las peticiones de independencia en esta región de mayoría musulmana, canalizando décadas de hostilidades que alimentaron 25 años de lucha separatista y una represión militar india en la que murieron decenas de miles de personas.
Cuatro semanas después de que pasara lo peor de las inundaciones, muchos pueblos cachemires y barrios en la principal ciudad de la zona, Srinagar, siguen bajo varios pies (uno o varios metros) de agua. El barro, la basura y los coches abandonados abarrotan las veredas junto a la carretera. El hedor de los animales putrefactos flota denso en el aire.
El gobierno indio ha ayudado, pero los cachemires dicen que intenta atribuirse demasiado mérito. El ejército y el gobierno rescataron a unas 250.000 personas que habían quedado aisladas, pero los cachemires señalan que voluntarios locales y grupos humanitarios rescataron a un millón.
India declinó la oferta de ayuda de Naciones Unidas
"El estado y el ejército intentan incluso apropiarse de nuestros campamentos de ayuda grabándolos. Por eso tuvimos que poner banderas verdes", dijo el voluntario local Mohamed Sadiq en un campamento gestionado por voluntarios.
El profesor de ciencias políticas Noor Mohammed Baba, de la Universidad de Cachemira, dijo que India presenta al ejército como el salvador de la gente en momentos de desastre, sin fijarse en el problema más amplio de la devastación y perdiendo "una enorme oportunidad de cerrar antiguas diferencias".
Tanto India como Pakistán reclaman la soberanía de toda Cachemira, y cada país administra una parte desde que ambos países se independizaron en 1947. La rebelión armada que estalló en el lado indio en 1989 fue reprimida casi por completo, pero los sentimientos anti indios siguen arraigados.
"No lo están haciendo ellos, ni admitiendo ayuda internacional. Han pasado cuatro semanas. Sólo son promesas", dijo el trabajador humanitario local Nissar Ahmed, junto a un campamento médico en una carretera de Srinagar.