La guerra del agua que protagonizan Acciona y Agbar ha abierto el frente de los impagos. La concesionaria Aigües Ter Llobregat (ATLL), responsable de llevar el agua de los ríos a los principales ayuntamientos catalanes, ha denunciado ante la Generalitat el impago de 65 millones de euros por parte de diversas sociedades de grupo Agbar, encargadas de la distribución de ese agua en los municipios.

Según la denuncia de la filial de Acciona, "Aigües de Barcelona, Empresa Metropolitana de Gestió del Cicle Integral de l'Aigua, concesionaria del servicio de agua en el área metropolitana de Barcelona, las empresas Sorea y CASSA, que aglutinan el suministro de agua a 49 y 11 municipios respectivamente y en definitiva, todas las filiales del grupo francés Agbar, han dejado de pagar a ATLL Concesionaria desde el pasado mes de agosto el servicio de abastecimiento de agua que se les presta".

Según esta versión, el importe global de los impagos por parte de estas compañías asciende a 65 millones de euros. Por su parte, Agbar dejó de pagar el suministro de agua para obligar a la Generalitat a retirar a Acciona la concesión de ATLL ya que considera que su oferta no se ajustaba al concurso realizado, algo que reconoció el organismo de arbitraje de contratos públicos de la propia administración catalana.

Ante la negativa de la Generalitat a retirar la concesión, Agbar ha llevado el contrato a la justicia, que todavía no se ha pronunciado sobre la validez de la concesión, pero ha instado a la administración catalana a anular el concurso.

Según ATLL, el impago del suministro del agua supone un abuso por parte de las filiales de Agbar cuyo servicio están cobrando a los ciudadanos. Ante esta situación, la concesionaria ha puesto en marcha los procedimientos previstos por ley y ha recurrido a la Generalitat para reclamar el cobro del Servicio de Abastecimiento de agua a estas compañías.