El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció hoy un bombardeo, ocurrido el jueves pasado, contra una planta de tratamiento de agua en la provincia septentrional siria de Alepo, que ha ocasionado la interrupción del suministro.

En un comunicado, la representante de Unicef en Damasco, Hanaa Singer, destacó que el ataque contra la depuradora de Al Jafse, en Alepo, es un "ejemplo alarmante" de que las leyes de la guerra en Siria, incluidas las referidas a la protección de las infraestructuras vitales para los civiles, se infringen a diario.

El ataque aéreo contra Al Jafse, cuya autoría Unicef no especificó, "causó graves daños y el corte del suministro de agua a aproximadamente 3,5 millones de personas", dijo Singer.

La responsable de Unicef agregó que, desde el jueves, el bombeo de agua se ha reiniciado parcialmente, aunque todavía hay más de 1,4 millones de personas en áreas rurales de Alepo que siguen sufriendo interrupciones en el suministro.

"La instalación de Al Jafse es una de las más importantes de Siria, produce una media de 18 millones de litros de agua potable al día", recordó Singer, quien hizo hincapié en que cuatro millones de personas en Alepo dependen de la planta.

La responsable internacional instó a las partes en conflicto a acabar con todos los ataques a "instalaciones de agua, sistemas de tratamiento, tuberías, infraestructuras y al personal" encargado de su mantenimiento y reparación.

Las autoridades sirias han acusado a la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), liderada por EUU, del bombardeo contra la zona de Al Jafse, en el este de Alepo, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha señalado que lo cometieron aviones de guerra pero no pudo precisar su procedencia.