Mujeres de la Urbanización Solidaridad de la ciudad de El Alto y del sector Alto Chualluma, en las laderas de La Paz, trabajan para afrontar los efectos del cambio climático desde sus barrios con la implementación de sistemas de cosecha de lluvia y manejo adecuado y responsable de aguas de vertientes. 

Estas acciones que aportan a la mejora de sus condiciones de vida son parte de proyectos apoyados y coordinados por la Red Hábitat, institución sin fines de lucro que trabaja en temas relacionados con desarrollo y planificación urbana, gestión de riesgos, medio ambiente, desarrollo económico y tecnologías limpias, entre otros.

Según la responsable del proyecto Reducción de Riesgos e impactos de la Red Hábitat, Juana Acarapi, debido a la deficitaria distribución del agua y el avance ininterrumpido de los efectos del cambio climático, surgió la necesidad de incorporar en estas zonas una práctica ancestral: la cosecha de lluvia, que durante la época de precipitaciones pluviales permite a las mujeres recolectar el líquido en diferentes recipientes para diversos usos, como un aporte al cuidado y preservación del agua y al ahorro económico.

"Es lo que deberíamos incentivar en todas las familias a nivel nacional, a nivel internacional. Los que sufren son los que más responden, donde no sufrimos, por ejemplo en otros barrios, que tienen todos sus servicios a disposición, no lo sienten (…) ellas realmente valoran lo que es cuidar el agua, valoran lo que es reutilizar el agua", expresó Acarapi.

Estas acciones se desarrollan dentro del marco del proyecto "Barrios y cultura del Agua" implementado por la Red Hábitat y el microproyecto "Saberes acerca del uso del Agua". 

El proyecto también permitió la construcción de baños en las viviendas que será sostenido con el sistema de aprovechamiento de agua de lluvia implementado a través de tanques de almacenamiento de 450 litros, que a la vez pueden ser utilizados con agua potable suministrada por la red EPSA.

Manejo

En cuanto al sistema de manejo responsable de aguas de vertiente, se lleva adelante en la ladera Alto Chualluma, un barrio vulnerable por las condiciones geográficas, donde se mejoró la infraestructura de su sistema de agua movilizando y sensibilizando a la población del barrio para optimizar la calidad del agua, reducir la contaminación y los riesgos por el humedecimiento de los suelos. 

Para ello se realizaron talleres de capacitación con los vecinos, para que se apropien de las fuentes de agua que tienen en las laderas de La Paz, y con estas acciones ayudan a mitigar los problemas por el cambio climático.

"Nosotras queremos transmitir este aprovechamiento del agua de lluvia (…) el agua se irá agotando si nosotros seguimos gastando", finalizó Tomasa Gutiérrez, beneficiaria del proyecto.

Agustina Aruquipa

La Red Hábitat impulsó este trabajo, en especial, con la capacitación de mujeres, que se convierten en el pilar de las familias y en formadoras de las nuevas generaciones. 

Las beneficiarias conformaron el Comité Impulsor de Saneamiento Ambiental y Cultura del Agua (Cisaca) para realizar el seguimiento al cumplimiento de actividades de cada módulo sanitario, el sistema de cosecha de agua de lluvia, así como organizar campañas de limpieza para fomentar la educación sanitaria y ambiental.