En paralelo a la disminución de los suministros de agua, la región experimenta un boom del turismo, que supone una demanda de agua cada vez mayor.
Chivay, centro turístico y capital de la provincial del Valle del Colca en Perú, se encuentra a unos 3.600 metros sobre el nivel del mar. Con alrededor de 7.000 habitantes, es la comunidad más grande del Valle del Colca, ubicada en la Región de Arequipa, en la parte sur de los Andes peruanos. Los primeros turistas comenzaron a llegar al Valle del Colca en la década de 1980, y hoy en día más de 100.000 lo visitan anualmente para explorar el profundo cañón del Valle y avistar los cóndores autóctonos. Debido a su ubicación geográfica –a apenas una parada de Arequipa, Chivay se ha convertido en un centro provincial para la industria turística, presionando al municipio para que abastezca con agua suficiente a los visitantes y residentes, a la vez que los glaciares que alimentan las cuencas cercanas siguen menguando como resultado del cambio climático.
En la primavera de 2016, el estudiante de posgrado de la Universidad de Gotemburgo, Robert Nylander, realizó un estudio de campo en Chivay, examinando la transición del municipio en uno de los principales destinos turísticos del Perú, combinándolo con los efectos del cambio climático. Entrevistó a miembros de la comunidad en Chivay, encontrando temas comunes relacionados con la calidad y cantidad del agua. La mayoría de los encuestados dudaba de la seguridad y la calidad del agua para el consumo humano. En cuanto a la cantidad de agua disponible, un empresario declaró: "Cuando regresé a Chivay hace cinco años, me di cuenta de que la presión del agua del grifo era considerablemente más baja en comparación con hace 20 años, cuando vivía aquí".
Durante su estancia en Chivay, Robert reportó que varios miembros de la comunidad habían expresado observaciones similares sobre la disminución en la presión del agua. Durante una excursión a un puesto avanzado en el pico de Mismi, a aproximadamente 5.200 m sobre el nivel del mar, Robert visitó la laguna de Ajuyani. Según testimonios locales, la laguna acostumbraba albergar a una rica población de truchas, pero a medida que el glaciar que alimentaba la laguna retrocedía, ésta se encogía hasta llegar a una quinta parte de su tamaño anterior, y la población de truchas desapareció por completo. Según el quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, cabe prever un drenaje continuado de los glaciares tropicales de los Andes, y su desaparición completa podría ocurrir en los próximos 20-50 años. Esto probablemente representará un desafío importante para el Perú y otros países andinos en los que estos glaciares, durante la estación seca, sirven a grandes partes de la población como depósitos naturales de agua.
Recientemente, Chivay ha visto cómo se reemplazaban las tuberías de cemento que una vez fueron las arterias de su red de distribución de agua potable por nuevas tuberías de plástico de cloruro de vinilo polimerizado (PVC). Además de actualizar la red de tuberías, las autoridades de Chivay están a punto de embarcarse en la construcción de una estación de bombeo de agua y nuevas instalaciones potabilizadoras y de tratamiento de aguas residuales. A través de estas iniciativas, Chivay se prepara para los desafíos del abastecimiento de agua que acarrean el cambio climático y una población en crecimiento.
Actualmente, Robert Nylander trabaja como voluntario en el equipo de agua y montañas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Roma, Italia.
