Cada 2 de febrero se reúnen personas en muchos países para celebrar el Día Mundial de los Humedales. Hay previstas 800 actividades en multitud de estos ecosistemas.
Más de mil millones de personas dependen de forma directa de los humedales para ganarse la vida (la pesca, el cultivo de arroz o la artesanía). Otros sectores, como el de los viajes y el ecoturismo, el transporte de agua y la acuicultura, por ejemplo, también dependen de la existencia de humedales saludables.
En el interior, los humedales actúan como esponjas, mitigando las inundaciones de los ríos. También constituyen barreras que protegen el litoral de las mareas de tempestad. Además, un solo tipo de humedal (las turberas) almacena el doble de carbono que todos los bosques del planeta, explican desde la Convención Ramsar, tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
Sin embargo, aproximadamente el 64% de los humedales del mundo ha desaparecido desde 1900; muchos humedales se han convertido para un uso agrícola o el desarrollo urbano, alerta Ania Grobicki, secretaria general en funciones del organismo.