De los 2 millones 574 mil 618 habitantes que habitan sobre la cuenca del Alto Atoyac, 688 mil 504, el 26.7 por ciento, no solo consumen recurso hídrico ilegal del subsuelo sino que vierten sus aguas residuales sin tratamiento a barrancas, arroyos y cuerpos receptores de aguas nacionales.

Luego de que el Juzgado Tercero en Materia Administrativa con sede en la Ciudad de México ordenara el pasado mes de marzo medidas cautelares para remediar la contaminación del Atoyac, las autoridades demandadas afirmaron que no han sido omisos porque el deterioro ambiental comenzó a partir del Siglo XIX.

Un extracto del proceso, donde 33 instrucciones, dependencias y municipios fueron señalados  por 40 ciudadanos de Puebla, Tlaxcala y Ciudad de México, dice que solo un millón 886 mil 114 habitantes se suministran legalmente a través de sistemas municipales de agua. “Las preguntas serían: ¿de dónde se suministran de agua 688 mil 504 habitantes?, ¿a dónde arrojan sus desechos y agua residual?

La contestación al juez destaca que el agua del subsuelo que se extrae en todo el altiplano y en especial en la cuenca del Valle de Puebla está contaminada por fuentes  volcánicas desde antes de su extracción con minerales, sulfatos, sulfuros, nitrógeno, amoniaco y ácidos, por lo que su uso por parte de la población que dispone indebidamente del agua subterránea sin el debido proceso de potabilización, a través de norias, pozos clandestinos y pipas, genera importantes aportaciones a los contaminantes a las aguas residuales, que en la mayoría de estos casos se vierte de manera directa a barrancas afluentes del Atoyac.

Las autoridades cuestionaron el por qué no se llamó a juicio a todos los municipios involucrados en la cuenca del río, en total a 22 de Puebla y a 50 de Tlaxcala, sino que solo se hizo a cinco poblanos y a uno tlaxcalteca.

“Lo que es inequitativo e incorrecto, pues deberá llamarse a juicio a todos los municipios involucrados, a todos los que vierten sus aguas residuales urbanas al Río Atoyac.

“En la contaminación del río en cuestión inciden diversos factores de orden económico, empresarial, cultural, urbanísticos, agrícolas, ganaderos, naturales y de planeación urbana, cuya regulación no es competencia de las autoridades señaladas como responsables en materia de gestión del agua”, resalta parte del extracto al que El Sol de Puebla tuvo acceso.