Puebla-. Pérdida de inversiones y un aumento en el costo de productos, servicios y cuotas por el agua podría ser el escenario futuro para los habitantes de la capital del estado si no se atiende el abatimiento del acuífero del Valle de Puebla, advirtió Anselmo Chávez Capó, especialista financiero de la UPAEP.

El agua es, puntualizó, el activo más importante, junto con el aire, tanto para el sector industrial como para la población en general.

De perder la seguridad hídrica, las inversiones instaladas en la capital tendrían que buscar la manera de abastecerse del recurso hídrico y eso necesariamente elevará los costos de producción, o también, buscarían instalarse en regiones que les aseguren agua como uno de sus principales insumos, lo que implicaría pérdidas para el estado.

Mientras tanto, explicó, los costos de extracción se elevarán y la población en general tendría que pagar más por el agua que consume al reducirse su disponibilidad; no obstante, destacó que actualmente no existen estimaciones sobre en qué medida podrían dispararse los precios de seguir abatiéndose el acuífero, si no se toman medidas pertinentes. L

Y es que el acuífero del Valle de Puebla sufre un abatimiento progresivo. De 2002 a 2010 éste tuvo una reducción de 60 centímetros por año, mientras que en algunas regiones se ha perdido un nivel de 20 metros. Solamente para el uso público-urbano, de acuerdo con estudios de la Conagua, se requerirán 30.2 millones de metros cúbicos más para el año 2030, en comparación con 2013, cuando la disponibilidad actual es de 44.6 millones de metros cúbicos de un acuífero con un abatimiento que avanza.

Chávez explicó que una de las soluciones para enfrentar este panorama es buscar otras fuentes de agua como pueden ser ríos, y en este caso la limpieza de la cuenca del Atoyac solamente requiere recursos financieros y voluntad política porque el río Támesis, uno de los más contaminados, fue rescatado.

Además, debe existir responsabilidad social tanto de las empresas como de los ciudadanos, las primeras porque muchas de ellas desechan su agua residual sin tratamiento. “Porque le avientas el problema a otro y ahí que se encargue la tierra de limpiarse por sí misma”.

En tanto que las autoridades podrían lanzar programas para recolectar agua de lluvia en los hogares. “Podemos vivir sin muchas cosas, pero no podemos vivir sin agua y sin aire”, destacó el académico en entrevista.