Muchas personas desconocen la problemática que una buena parte de la humanidad padece en relación a la escasez de agua dulce. Hay países sin agua potable y otros que comparten una cuenca hídrica con naciones enemigas, lo que complica su consumo.
En nuestro país hay regiones como la Comarca Lagunera que sufren de un alto estrés hídrico gracias a la sobreexplotación por décadas del vital líquido para la producción de lácteos.
Hoy rivalizan empresas de la cerveza en la compra concesiones de agua en territorios en donde aún existe. En el norte de México, la región de los Cinco Manantiales en Coahuila es un rico botín para los cerveceros porque su agua permitiría que sus ganancias permanezcan por lo menos estables, mientras se ponen en peligro los ecosistemas de los municipios de Allende, Morelos, Villa Unión, Nava y Zaragoza.
En el sureste mexicano, el caso de la península de Yucatán es delicado en materia hídrica. Salvo en Quintana Roo donde hay lagunas, en el resto de la península el abasto de agua se obtiene de cenotes que hoy en día están contaminados, como los de Mérida, por prácticas humanas y por granjas de ganado porcino. Con el agua del subsuelo en peligro, comprendo que la gobernanza está ausente en este territorio que acunó la cultura maya.
Por otro lado, en el mundo hay pocos sitios en donde existan estromatolitos, que son organismos a partir de los cuales se generó la vida en el planeta hace millones de años, pues fueron los primeros que oxigenaron la atmósfera, y por esto son la evidencia de la vida más antigua que hubo sobre la Tierra.
La Laguna de Bacalar en Quintana Roo es uno de estos sitios. Junto a esta laguna de gran belleza escénica se estableció por los mayas una población con el nombre Sian Ka’an Bakhalal hace más de mil 600 años. De manera intermitente ganaba y perdía habitantes hasta que en 1848 quedó despoblada como resultado de la Guerra de Castas en donde los mayas intentaron emanciparse del Gobierno mexicano. En 1902 se pobló de nuevo y obtuvo en octubre de 2006 la denominación de Pueblo Mágico. Actualmente cuenta con una población de alrededor de 10 mil habitantes.
En 1902 se pobló de nuevo y obtuvo en octubre de 2006 la denominación de Pueblo Mágico. Actualmente cuenta con una población de alrededor de 10 mil habitantes.
El manejo integral del agua y de los residuos sólidos urbanos de Bacalar es complejo por la conjunción de mayas guatemaltecas y mayas mexicanos y por sus 57 comunidades rurales, en su mayoría pobres.
En junio de 2013, mi entrañable amiga Lorena San Román Johannings, en ese tiempo rectora de la Universidad para la Cooperación Internacional con sede en Bacalar, presentó los resultados de la Agenda 21, lo que significó seis meses de trabajo previos en 2012 con la participación de mil 142 personas de manera directa. Allí aparecieron evidencias de que las aguas negras llegaban a la laguna y que había un mal manejo de los residuos.
Mañana lunes y el martes participaré en una reunión nacional de ambientalistas en Bacalar porque resulta urgente allí un programa de ordenamiento ecológico, pues está en riesgo su rico patrimonio natural. En el foro que está convocando el ambientalista Arnold Ricalde se abordará también el tema de cómo debe ser el manejo hídrico en la península de Yucatán.
El acuífero de esta península es de los más importantes del País y se está contaminando. ¿Qué hace su Consejo de Cuenca al respecto? ¿Hay gobernanza detrás de la toma de decisiones sobre el recurso hídrico? En 2017 se declaraba que la recarga media anual de este acuífero fue de 25 mil millones de metros cúbicos de los que se concesionaron 3900 millones de metros cúbicos. ¿Será ésta una situación real o maquillada?
