Indignación en el campo por la gestión del agua de la Junta de Andalucía

Asaja culpa a la Administración del desastre por la nula previsión en la regulación de los embalses. Desde que la Junta de Andalucía se hizo con la gestión de los Embalses no hace falta que diluvie para que tengamos inundaciones

CÓRDOBA.- Asaja Córdoba critica la caótica “nueva política del agua” de la Junta de Andalucía, conforme a la cual sufrimos restricciones en verano con los embalses llenos, por una errónea cultura del ahorro, e improvisados desembalses a poco que llueva lo que relativamente habitual en otoño porque los pantanos no pueden soportar más lluvia. Con este sistema las riadas son inevitables y los daños en el campo se multiplican. Hace una semana, la patronal agraria valoraba la catástrofe en 26 millones de euros de pérdidas para el sector en la provincia de Córdoba, daños que se verán incrementados con estas nuevas inundaciones.

Asaja lamenta la falta de una gestión profesional y seria en los desembalses desde que la Junta de Andalucía se hizo con las competencias del agua e insiste una vez más a la Junta de Andalucía en la necesidad de mantener debidamente limpios los cauces públicos para evitar tan numerosos desbordamientos. Debe dar un giro a la actual política basada exclusivamente en el ahorro, mejorando la gestión y comprometiéndose a ampliar también la oferta, apostando definitivamente por recuperar el Plan Hidrológico nacional o desarrollando de una vez por todas un nuevo Plan de Infraestructuras Hidráulicas que establezca interconexiones entre cuencas, invierta en el recrecimiento de las presas y potencie las balsas y microembalses en las propias explotaciones. La falta de previsión y planificación ha originado situaciones tan absurdas como restricciones en verano con los embalses llenos -por una errónea cultura del ahorro- e improvisados desembalses a poco que llueva lo que es habitual en otoño porque los pantanos no pueden soportar más lluvia.

La conclusión de las organización agraria es clara: muchos de los daños que ahora lamentan y causan la indignación de los agricultores y ganaderos hubieran podido evitarse con una gestión activa del agua desde hace meses. Los desbordamientos de ríos y arroyos han comido terreno y arrastrado cultivos, habiéndose perdido un porcentaje de la cosecha de olivar y cítricos.

También se han visto afectados cultivos como los ajos, cebollas y espárragos. En muchos municipios los caminos rurales han quedado intransitables, lo que va a perjudicar la recolección de aceituna y cítricos, además de las labores de otros cultivos.

Por ello, Asaja recomienda a todos los afectados presentar reclamaciones de daños, tanto en infraestructuras como en cosechas y solicita a las Administraciones medidas de apoyo reales y sin exclusiones como la del año pasado, en que se quitó a todos los agricultores y ganaderos la posibilidad de recibir ayudas por considerar que “no es actividad empresarial la desarrollada en un establecimiento agrario”. Un dislate que es una prueba más de una nefasta gestión en todos los aspectos.

Fuente:
22 de diciembre de 2010, Indignación en el campo por la gestión del agua de la Junta de Andalucía.
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