Un temporal de lluvia insólito en el mes de junio lleva el caos y la alerta a la Mariña lucense

Meteogalicia mantiene la alerta amarilla hasta el mediodía de hoy

S. O. - VIGO Ríos desbordados, carreteras cortadas, trenes paralizados, bajos de casas inundados y los colegios vacíos de niños. El temporal de precipitaciones que sorprendió el miércoles a la Mariña lucense continuaba ayer golpeando con la misma intensidad el litoral cantábrico. Meteogalicia activó ayer, al menos hasta el mediodía de hoy, la alerta amarilla por lluvias (entre 40 y 80 litros por metro cuadrado en un día) desde A Coruña hasta Asturias.

Pero el diluvio, algo insólito en un mes de junio en la costa gallega, fue mucho más allá de los límites que marca el parte meteorológico. En Burela, una de las localidades más afectadas por la tormenta pluvial junto a Cervo, Foz, Ribadeo y Barreiros, se registraron hasta 150 litros de agua por metro cuadrado en 24 horas. Tras recibir 70 llamadas de ayuda hasta la una de la tarde, el 112 seguía desbordado a última hora de ayer por las emergencias de los vecinos del litoral norte. Más de 900 niños se quedaron ayer sin "cole" en los municipios del norte lucense donde las incidencias dueron numerosas. En Burela, el ocupante de un vehículo tuvo que ser rescatado de su vehículo tras quedar atrapado en su interior por la subida del agua. Ocurrió en la urbanización O Cantiño. Sobre las dos de la tarde, cayó un muro que provocó un corrimiento de tierras procedente del monte y en la parroquia de Sargadelos (Cervo) otro muro particular se desvanecía más tarde.

Otro desprendimiento afectó a la carretera LU-862 a su paso por Xove, mientras que un camino vecinal sin asfaltar en Cervo se hundía por la fuerza del agua. Pistas cortadas por la caída de árboles, además de garajes, bajos y viviendas anegadas completaron un ayer un panorama diluviano difícil de salvar en el momento por parte de los servicios de emergencias y Protección Civil.

En Pantón se derrumbó una casa abandonada y el tráfico ferroviario quedó cortado entre las localidades lucenses de Foz y Burela debido a un desprendimiento sobre la vía. La Consellería de Presidencia habilitó un operativo especial para controlar la situación, en coordinación con ayuntamientos y Diputación de Lugo. El alcalde de Cervo, Alfonso Villares, explicó que "no se recuerda en la zona" una intensidad semejante y, por su parte, el primer edil de Ribadeo, Fernando Suárez, alertó de que la canalización de varios regatos realizada por las obras de la Autovía del Cantábrico (A-8) y la falta de permisos para cortar ramaje y árboles en los laterales de los cauces agravaron las inundaciones.

"Estamos muy mal", aseguró el alcalde de Burela, Alfredo Llano, quien resumió la situación y explicó que la avalancha de agua es "de tal magnitud" que los sumideros están resultando insuficientes para gestionar el agua. El regidor destacó que hay "cantidad de negocios inundados" y varios coches se quedaron en una bolsa de agua que existe en el principal acceso a la ciudad. Además, la previsión para las próximas horas no es optimista y si no para de llover "es impredecible lo que puede pasar", porque el monte Castedo "está echando agua por todas partes sin parar y eso es muy problema muy gordo", subrayó el alcalde de Burela.

El temporal de lluvias, que hoy continúa, no sólo afectó al litoral cantábrico de Galicia. Las precipitaciones golpearon con fuerza en Asturias, donde ayer se hablaba de "la gota fría". Algunos municipios superaron la marca de Burela: en Taramundi, por ejemplo, se registraron ayer 199 litros por metro cuadrado en 24 horas. Cifra récord hasta el momento.

El agua avanza con fuerza en un camino de San Miguel de Reinante (Lugo). // Eliseo Trigo

 

Fuente:
( 11 de junio de 2010) Un temporal de lluvia insólito en el mes de junio lleva el caos y la alerta a la Mariña lucense. Faro de Vigo
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