Moyoapan, vivir sin agua

Domingo, 10 Octubre 2010
Alejandro Riffo
El Mundo de Córdoba

Lavan sus ropas en el manantial, de 3 y 4 veces por semana; caminan un kilómetro para buscar agua en carretillas; esas son parte de las rutinas que han marcado durante las últimas dos semanas a la población de Moyoapan, municipio de Ixtaczoquitlán, donde el servicio de abastecimiento de agua potable hasta la mañana de ayer no funcionaba.

Son las 10:00 de la mañana y una familia camina por un sendero, mientras carga baldes con ropa, bolsas con detergente, y una escobilla. Se trata de Roberto González Rodríguez, quien junto a su esposa, Manuela Gómez Flores, y su hijo, José Guadalupe, van a lavar sus ropas, y tenis al nacimiento del manantial Los Berros, aproximadamente a un kilómetro de su casa.

En el lugar, ya hay un grupo de personas que llegaron a lo mismo, y es que en Moyoapan el agua es un bien escasa, que no sale de la llave, por lo menos hasta la mañana de ayer.

Con los jeans arremangados, Roberto sumergió sus piernas en el agua cristalina, que permitía lavar los tenis,que prolijamente limpiaba con una escobilla y detergente.

Al tiempo en que las mujeres apoyaban sobre rocas sus prendas, que restregaban para quitar la suciedad. La escena parecía emular lo visto en los documentales de la India, donde grupos de mujeres se acercan hasta los ríos o manantiales para lavar sus ropas.

“¿Cómo le hace con el agua para el inodoro?” le pregunta este reportero a Manuela, quien respondió “Junto agua de lluvia, para el estanque”, mientras lavaba laboriosamente una playera.

Según la doctora Brenda Torres Fabela, quien atiende los fines de semana en el único Centro de Salud de la localidad, la escasez de agua no ha significado un incremento de las enfermedades típicas, bronco-respiratorias.
La médico, oriunda de Orizaba, observó que el centro de salud, dependiente de la Jurisdicción Sanitaria número 7, no posee plata ionizada, ni tampoco pastillas de cloro, para que las dueñas de casa se ocupen de sanear sus hogares, pero tampoco era necesario, dada la carencia del líquido.

“El agua la traen desde un nacimiento, la hierven y la consumen, aunque igual hay casos donde la beben directamente” comenta la profesional, dejando entrever que los casos de diarrea no han estado ausentes.
Para Jair García Cruz, de 12 años, la situación tampoco ha sido fácil. Indica que se baña con la cubeta que su madre, Merarari Cruz Martínez llena de agua, cada vez que el menor lo necesite.

Comenta que por su escuela, la Primaria Úrsulo Galván, la pipa que Hidrosistema de Córdoba enviaba dejó agua una sola vez, al igual que en el centro de salud.

Por las calles de la localidad, algunas camionetas venden agua. La mamá de Jair, cuenta que le cobraron 100 pesos por llenar un tanque de mil litros, y que esta agua la usa sólo para el baño.

José Luis, otro de los pobladores, quien se dedica a la cosecha de calabaza, chile, frijol, entre otros productos, tampoco tiene agua en casa. No obstante, eso no es un impedimento para su trabajo como agricultor, porque para sus cultivos no es necesario un sistema de riego.

El problema que persistía hasta la mañana de ayer, era motivo suficiente para que los pobladores de la localidad afectada, impidieran después del mediodía de mañana el fluir de 235 litros de agua por segundo, que desde el manantial Los Berros se dirigían por medio de la fuerza de gravedad hacia Córdoba, ciudad que desde hace aproximadamente 60 años se beneficia del líquido.

Pero la historia parece tener un giro sin alborotos, pues la tarde de ayer, la bomba y el arrancador hidráulicos fueron instalados por Hidrosistema de Córdoba, empresa que se había comprometido instalar a más tardar mañana los artefactos que harían que todo volviese a la normalidad.

Sufrieron 2 semanas sin servicio a pesar de tener manantial

Fuente:
Alejandro Riffo, 10 de octubre de 2010, Moyoapan, vivir sin agua. El Mundo de Córdoba
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