Se niega Conagua a limpiar arroyos de Saltillo

Habitantes de Lázaro Cárdenas acusan abandono de autoridades

Lunes 13 de septiembre de 2010 Roberto Barboza Sosa/ Corresponsal | El Universal

VILLAHERMOSA

Con el propósito de evitar a toda costa que el río Carrizal desborde sobre zonas de Villahermosa, se optó por abrir varias alcantarillas de la carretera federal para desfogar agua hacia la ranchería Lázaro Cárdenas, a 10 kilómetros al norte de la capital tabasqueña, denuncian pobladores de la pequeña comunidad.

Molestos, los habitantes de la ranchería calificaron de insensibles e irresponsables a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que prefirieron anegar a sus viviendas.

Por “salvar a Villahermosa nos echaron a nosotros el agua”, denuncia doña Laura Sánchez Ventura, quien junto con otros vecinos levantan en un terreno seco que les prestaron sus “champitas” para resguardarse con sus familias.

La corriente del Carrizal, afluente que transporta una parte de los dos mil 100 metros cúbicos por segundo desfogados de las presas del Alto Grijalva, se desborda por su margen derecha y atraviesa con fuerza por debajo de la carretera federal del Golfo número 180, tramo Villahermosa-Cárdenas y se explaya por toda esta zona del municipio de Centro 11.

A lo largo de esta contingencia, las autoridades federales y estatales, además de levantar murallas de costales con arena por todo Villahermosa para proteger la capital, también han construido siete canales de alivio para desfogar y desviar los caudales de los ríos hacia zonas rurales y evitar a toda costa que sucumba bajo las agua la capital tabasqueña.

Igual ocurrió, en este punto, donde funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), acompañados por empleados del ayuntamiento, del gobierno del estado y de la Conagua, llegaron a abrir tres alcantarillas y les advirtieron a los pobladores que no se opusieran o los desalojarían con los policías antimotines, relataron.

Bartolo Álvarez, de oficio albañil, comentó que sólo abrieron las alcantarillas para que el agua se corriera por donde quisiera. “No se dignaron a construir un dren para encauzar el líquido”.

La corriente de agua buscó su camino y se fue hacia las casas de 40 familias, se fue por las calles y los caminos.

“Siempre al pobre lo friegan”, dice doña Cándida Frías, mientras ayuda a su esposo a levantar una choza de techo de lámina y pared de lona, “tan sólo para meter una camita, estufa y ropa”.

Lamentan la ausencia del alcalde de extracción priísta, Jesús Alí de la Torre, que no siquiera ha llegado a pararse por las comunidades afectadas para ofrecerles algún apoyo.

Reclaman que si los iban a inundar, al menos las autoridades debieron prever dónde los iban a alojar, o darles toldos y carpas para protegerse y dejar de vivir con el agua en sus casas. Ni siquiera cuentan con sanitarios; entre los afectados construyeron un baño provisional.

Originalmente, la Conagua previó que sólo resultarían afectados los pobladores asentados del lado derecho de la carretera federal, tramo Cárdenas-Villahermosa, por lo que a través de la Sedesol les ofrecieron reubicarlos y entregarles viviendas. Pero ante los incrementos del desfogue, el agua cada día invade mayores extensiones y bienes.

El temor crece entre los pobladores, pues además del caudal del Carrizal, también los podría alcanzar la corriente del río Samaria, que es el otro cauce que recibe las aguas lanzada de las presas.
Muere madre y su hija

En Tolimán, Querétaro, la fuerte corriente que se formó en el cauce del Río Tolimán, arrastró aproximadamente 30 kilómetros a una mujer y a su hija cuando intentaban llegar a la escuela de la menor. Autoridades confirmaron que Alicia Dimas, de 25 años de edad y su hija, Lizet Guadalupe Aguilar, de 6 años, fallecieron ahogadas al ser arrastradas por la corriente. (Con información de Juan José Arreola)

Con personal contratado por el Programa de Empleo Temporal, el Municipio se da a la tarea de limpiar los arroyos de la ciudad. Foto: Vanguardia-Archivo

Fuente:
Roberto Barboza Sosa, 13 de septiembre de 2010, “Salvaron Villahermosa, pero anegaron ranchería”. El Universal
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