(CNNMéxico) — El suministro de agua en La Habana, la capital cubana, enfrenta la situación más crítica del último medio siglo y podría complicarse si durante mayo y junio no se registran lluvias abundantes.

El déficit de agua de la ciudad es casi el doble que el registrado en enero, cuando comenzaron a sentirse los efectos de la sequía y de la escasez. La situación afecta a un millón de personas, según cifras oficiales. 

El problema se ha complicado porque el 70% de las tuberías están en mal estado lo que entorpece la distribución en algunas zonas, según publicó el diario oficialista Granma.

Los pronósticos del Centro del Clima del Instituto de Meteorología indican que en abril se registrarán algunas precipitaciones, pero éstas podrían no ser suficientes para compensar el déficit acumulado en lo que va del año.

Con un déficit de 519,307 metros cúbicos por día en la ciudad, se presume que cerca de 100,000 habaneros sólo reciben agua a través de camiones cisterna, lo que representa, según Granma, un "elevado costo" para la deprimida economía nacional.

Otro factor que contribuye a que la crisis de agua se agrave es "la falta de cultura de ahorro de agua”. El reporte oficial del diario denuncia que no han sido suficientes las multas impuestas a organismos públicos despilfarradores para frenar el desperdicio.

Aunque en los últimos tres meses se ha reducido el número de "sobreconsumidores" hídricos "persiste en determinados organismos la tendencia de no establecer medidas dirigidas a frenar el despilfarro, una situación que saca a relucir la irresponsabilidad y la falta de sensibilidad de directivos ante la carencia de agua en la capital", denuncia el periódico oficial.

Entre los "grandes dilapidadores" de agua, Granma apunta a organismos como el centro turístico Marina Hemingway o el Palacio de las Convenciones, lugar habitual de celebración de grandes eventos y congresos.

El periódico recuerda que el gobierno cubano ha destinado una "millonaria" inversión, cuyo monto no se precisa, para diversas obras encaminadas a prolongar el funcionamiento de las fuentes de agua deprimidas y mejorar la distribución de agua.

En enero pasado, funcionarios del Instituto de Recursos Hidráulicos denunciaron que la crisis de agua potable de La Habana se estaba complicando porque el 70% de la que se bombeaba se perdía en fugas por las tuberías dañadas.

Según ese informe, la estructura hidráulica dañada implicaba la sobreexplotación de los mantos y de las fuentes de abastecimiento, por lo que era necesario bombear un aproximado de 726 litros por habitante, cuando había capacidad para entregar sólo 325.

El gobierno cubano espera que las lluvias de la siguiente temporada ayuden a mejorar la situación, pese a que el año pasado, las precipitaciones de mayo sólo alcanzaron el 47% de su media histórica.

Cuba terminó 2010 sólo con el 41% de capacidad de las fuentes de abastecimiento de agua potable. En los últimos 110 años, 2009 se clasificó como uno con el menor suministro.