Autoridades de salud de Estados Unidos anunciaron sus planes de reducir la cantidad del flúor que se añade al agua, luego de que estudios sugirieran que la sustancia podría estar decolorando los dientes de los niños y que, además, es posible que cause otros problemas.
El gobierno comenzó a añadir flúor a los suministros de agua hace 50 años, lo cual provocó una enorme disminución del número de caries.
La medida ha sido catalogada como uno de los mayores éxitos de salud pública del siglo XX.
Sin embargo, ahora que el químico también está presente en la pasta de dientes y el enjuague bucal, los expertos aseguran que los niños podrían estar recibiendo demasiado.