La crisis de deuda soberana en Europa ha puesto en jaque a millones de inversores que buscan desesperados nuevas fórmulas para hacer crecer su capital. Productos como el oro o las materias primas agrícolas se han convertido en los últimos meses en los activos refugio por excelencia, con espectaculares revalorizaciones que les han llevado a máximos históricos. Pero hay otra fórmula mágica que, aunque más desconocida para el gran público inversor, puede ofrecer suculentas rentabilidades a largo plazo. Se trata del agua, un recurso que, pese a ocupar el 71% de la superficie terrestre, se ha convertido en un bien escaso en muchas zonas del planeta.

Los expertos de la gestora de fondos Fidelity recuerdan que un 40% de la población mundial sufre ya escasez del valioso líquido, un problema que se agrava por “el aumento de la demanda de una población que crece, produce más y aumenta su riqueza”. Según la ONU, la necesidad de agua se duplicará en los próximos 20 años. Un escenario que puede convertirse en el mejor aliado de compañías dedicadas al sector de infraestructuras, depuración y tecnología dispuestas a aportar soluciones a este enorme problema.

La gestora Fidelity pone un claro ejemplo de ello. La mayor parte de este tipo de infraestructuras en Nueva York tienen más de 100 años, y la agencia del Gobierno responsable de la seguridad del sector, EPA, calcula que de aquí a 2016 se necesitarán 138.000 millones de dólares (104.350 millones de euros) para cumplir con las normas establecidas. Y en los países emergentes también hay cabida para el negocio. China, por ejemplo, destinó recientemente 20.000 millones de dólares (unos 15.120 millones de euros) a infraestructuras de este tipo dentro de sus planes de estímulo para paliar el impacto en su economía de la crisis financiera internacional.

Buena ocasión

Ante esta gran oportunidad, los fondos de inversión se convierten en una de las mejores fórmulas para conseguir jugosas rentabilidades con estos activos. Uno de los más veteranos es el fondo PF(LUX)-Water de la gestora Pictet, que este 2010 ha cumplido 10 años con unos excelentes resultados, logrando superar a su índice de referencia, el MSCI World. Este fondo invierte en empresas del sector de las tecnologías hídricas. “Las actividades de servicios medioambientales, tales como gestión de aguas residuales o filtrado de aire, son áreas que también se están beneficiando de una regulación más estricta”, explican desde la firma. Este fondo suma una rentabilidad del 31,87% desde su lanzamiento y del 20% en 2010.

La gestora de Deutsche Bank tampoco ha querido dejar escapar esta oportunidad y, desde hace cuatro años, comercializa el fondo Invest New Resources. A cierre del pasado mes de octubre acumulaba una rentabilidad anualizada del 16%. También existen otras opciones más baratas de acceder al agua como producto de inversión, por ejemplo, a través de los llamados ETF, fondos que cotizan en Bolsa replicando el comportamiento de un índice determinado o una cesta de valores. Es el caso del ETF Power Shares Water Resources, referenciado a un índice que agrupa a compañías del sector.

Los expertos de Fidelity coinciden en que la selección de valores es clave para obtener buenos rendimientos. Compañías como Suez, Veolia y American International Water ocupan buena parte de las carteras de estos productos. Pero otras como Halo Source y General Electric también entran en sus apuestas. La primera es una empresa de depuración de aguas centrada en los mercados emergentes, mientras que el gigante estadounidense también es líder mundial en el suministro de sistemas de desalación mediante membranas.

La necesidad de nuevas infraestructuras convierte al oro azul en una apuesta segura. Los fondos del sector mantienen su rentabilidad positiva en 2010. El 40% de la población mundial ya sufre escasez y la demanda de China e India es clave para el negocio hídrico.