El gobierno de Australia respondieron a un llamado de ayuda de la pequeña isla de Tuvalu en el Océano Pacífico donde las autoridades indicaron que el agua potable podría acabarse en pocos días.
Australia envió paquetes de hidratación para hospitales y entregó dinero y combustible para mantener en funcionamiento las plantas desalinizadoras en la isla.
Nueva Zelanda ya mandó suministros a Tuvalu donde fue declarado el estado de emergencia.
Muchas islas del Pacífico han sufrido la falta de lluvias causadas por el fenómeno climatológico de La Niña.