Los municipios de la ría ferrolana se han enzarzado en una guerra sin cuartel por el precio del agua que lleva camino de acabar en los tribunales. La decisión del gobierno local de Ferrol de cobrarles más a sus vecinos por el suministro pero congelando la factura a los ferrolanos ha levantado ampollas entre los regidores de los municipios limítrofes, reacios a subir el precio de un servicio básico y tradicionalmente abundante como el agua. Una medida de lo más impopular con unas elecciones generales a la vista, reconocen.
El Ayuntamiento de Ferrol, en manos del PP, aprobó en pleno a finales de septiembre la revisión del convenio que fija el coste del suministro a los ayuntamientos de Narón, Fene, Ares y Mugardos. El pretexto es compensar el importante déficit crónico que arrastra Emafesa, la empresa mixta de aguas de Ferrol, que se encarga de proporcionar agua potable del embalse de As Forcadas (Valdoviño) a los otros ayuntamientos de la ría a 0,16 céntimos de euro por metro cúbico -coste estimado del agua potable en alta- frente a los 0,20 que paga Ferrol. En la práctica, esta "revisión" supondría automáticamente un incremento en la factura de los abonados de estos cuatro municipios, que pagarían cuatro céntimos más, pero no para los ferrolanos, que mantendrían el precio actual.
El gobierno de Narón, con la mitad de habitantes que Ferrol y en manos de Terra Galega, ya ha proclamado a los cuatro vientos su rechazo auna subida "que no está debidamente justificada" y que "no es negociable". El alcalde de Narón, Xosé Manuel Blanco, amenaza con ir a los tribunales para frenar la revisión de un acuerdo que se firmó hace cuatro años y que rige hasta 2017, donde ya se establecía una subida progresiva del agua, con incrementos entre un 5% y un 18%, muy por encima del IPC, en función de la anualidad hasta 2012. Desde 2013 y hasta que expire el contrato, el agua subirá de forma proporcional al coste de la vida que se fija con el IPC interanual.
A los regidores de Mugardos y Ares, Xosé Fernández Barcia (BNG) y Julio Iglesias (PSOE), tampoco les ha hecho ni pizca de gracia enterarse por la prensa de la intención del ejecutivo ferrolano de cobrarles más a sus vecinos. Fene es el único de los cuatro municipios afectados bajo las siglas del PP, pero su alcalde, Gumersindo Galego, aunque más comedido, tampoco está por la labor de subirle el agua a la vecindad cuando "ya hay un contrato firmado y en vigor".
El trasiego del agua que Ferrol proporciona a otras cuatro localidades de la ría se remonta a 1981. "Empezó siendo algo esporádico y se reguló por convenio tres años después", explica uno de los responsables de Emafesa. La empresa ferrolana capta agua del pantano de As Forcadas, en Valdoviño, una vasta lámina de agua con capacidad para embalsar 10,7 hectómetros cúbicos y la conduce a través de 17,4 kilómetros de tuberías subterráneas hasta la planta depuradora de aguas potables de Catabois. Desde allí, Emafesa bombea a sus 37.800 abonados en Ferrol y empuja la corriente hasta la frontera de los otros municipios.
La empresa Cosma de Narón recoge el agua en el puente de As Cabras y la reparte entre sus 17.000 usuarios, mientras Aquagest hace lo propio en Fene y Ares, al contrario que Mugardos, que lo gestiona como un servicio municipal. Neda, que limita con Narón y Fene, se ha quedado fuera del convenio y exprime sus propias fuentes. No obstante, en verano, con las reservas achicadas, los nedenses tienen que recurrir a Emafesa, que les factura 0,27 euros por metro cúbico, 11 céntimos más que al resto. Con todo, la compañía de aguas de Ferrol -con capital público y privado- ha cerrado los últimos años en números rojos con pérdidas que rondan los 100.000 euros anuales de media, según datos de la firma.
Un informe remitido por Emafesa al ayuntamiento ferrolano señala que en 2010, recaudaron 777.000 euros por los 5,5 millones de metros cúbicos de agua vendidos a Narón, Fene, Mugardos y Ares. Con la subida de cuatro céntimos de euro por metro cúbico que plantea el ejecutivo ferrolano para compensar el coste del suministro a la periferia, la facturación pasaría del millón de euros. Es decir, los vecinos de estos cuatro municipios pagarían 317.370 euros más al año, una cantidad de sobra para cubrir las pérdidas acumuladas por Emafesa, que reparte su capital entre el ayuntamiento (51%) y Urbaser (49%), una compañía propiedad del grupo ACS que dirige Florentino Pérez.
"No queremos ni negociar"
Los planes de Ferrol para cobrar más por el suministro han caído como un jarro de agua fría en los otros municipios de la ría, y Narón ha sido el más tajante. Se opone rotundamente a una subida que, a la postre, supondría subvencionar las pérdidas de la empresa de Florentino Pérez. El edil naronés de Servicios, Pablo Mauriz, manifestó que su Ayuntamiento irá al juzgado "si es preciso", pero que no pagará ni un céntimo más hasta que se lo ordene el juez. "Narón no iniciará ninguna clase de negociación con Ferrol por el precio del agua", afirma rotundo el ejecutivo naronés, que ya advierte que dejará de pagar si se aplica la subida.
Más contenidos, los regidores de Mugardos y Fene, del BNG y el PP, dicen que harán lo posible para no tener que litigar aunque rechazan con firmeza la subida. El alcalde socialista de Ares, Julio Iglesias, se ha prestado a echar cuentas "con la calculadora" para comprobar si la factura es inferior al coste del suministro, como esgrime el ejecutivo ferrolano. "Me tienen que demostrar esos costes porque yo no les voy a pagar los agujeros de su gestión interna. He pedido las cuentas y no me las han dado", afirma Iglesias.
Estos cuatro ayuntamientos que se riegan con el suministro que les proporciona Emafesa opinan que la empresa no ha gestionado correctamente un servicio que ya debería estar mancomunado. Ninguno pagará por las buenas la subida del coste por metro cúbico que les reclama la empresa de aguas de Ferrol.
