El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha informado de que se han registrado ya este año 85.000 casos de cólera en África central y occidental, con casi 2.500 muertes relacionadas, en una de las peores epidemias de esta enfermedad en la región. Así lo ha afirmado hoy en Ginebra en rueda de prensa la portavoz de Unicef Marixie Mercado, quien ha pedido a la comunidad internacional que multiplique sus esfuerzos para frenar la epidemia, que se ha expandido rápidamente por la falta de acceso al agua potable y de saneamiento, y ha recordado que los niños son los más vulnerables a la enfermedad, especialmente los malnutridos.

La zona central y occidental de África registra los peores datos mundiales sobre el acceso al agua potable y saneamiento y ninguno de los 24 países de la región está cerca de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio de la ONU sobre esta cuestión. "Por ello se conoce el cólera como la enfermedad de los pobres y la higiene es la mejor prevención contra ella", ha precisado la portavoz.

Mercado ha señalado que la ratio de casos letales es "inaceptablemente alta", entre el 2,3% y el 4,7%, y en el caso de Camerún ha llegado a alcanzar el 22%. Las regiones más afectadas son la cuenca del lago Chad, que comprende amplias zonas de Chad, Camerún, Nigeria y Níger; la cuenca del río Congo, que abarca la República Democrática del Congo (RDC) y la República Centroafricana; y el entorno del lago Tanganika, entre la RDC y Burundi. También se han producido pequeños brotes de cólera en Benin, Costa de Marfil, Ghana, Guinea, Liberia y Togo, aunque ya están bajo control.

Dada esta situación, Unicef ha urgido a los Gobiernos de los países afectados a coordinar un plan de respuesta conjunto, que vaya más allá de sus respectivos territorios, que incluya inspecciones en las fronteras, donde se concentra población desplazada, para la desinfección y cloración del agua.