Las familias se quedaron sin el suministro de agua y deberán esperar a que les arreglen las descomposturas
Tan solo aquí en Saltillo en unas cuantas horas de 700 a más de 2 mil 500 se elevó el número de medidores domiciliarios reventados por las heladas que afectan a Coahuila y la zona norte del país.
Esas familias se quedaron sin el suministro de agua y deberán esperar a que les arreglen las descomposturas.
El presidente municipal, Jericó Abramo Masso anunció hace unos momentos que las familias afectadas no pagarán nada por los desperfectos pues se cuenta con un fondo de contingencias donde previó una partida por este concepto y se estima serán 10 millones de pesos los que se destinarán a este gasto.
Precisó que los más de 329 pesos que cuesta cada aparato de medición del agua lo solventarán en partes iguales el ayuntamiento a su cargo y la empresa operadora del sistema la paramunicipal Aguas de Saltillo (AGSAL), como ocurrió el año pasado.
También por las heladas en enero de 2010 se reventaron o descompusieron más de 12 mil medidores de agua y los usuarios perjudicados, porque aparte de que se quedaron sin servicio de agua resultaron endeudados.
Sin embargo no tuvieron que liquidar ni un centavo pues por órdenes del alcalde, Abramo Masso el municipio y AGSAL asumieron las pérdidas y solventaron el costo total de la reposición de los aparatos.
El edil pidió a los saltillenses proteger su medidor porque este jueves se llegó a los 12.5 grados bajos cero en esta capital y seguirán las bajas temperaturas.
AGSAL recomienda envolver con papel periódico las tuberías y los medidores, enrollarles arriba bolsas de plástico y luego cinta.
"No hay que ponerles trapos o telas porque eso conserva la humedad y provoca que se congele el agua en la tubería y, por ende, que se revienten", dijo Marcela Carmona, directora de Comunicación Social de Aguas de Saltillo.
Son 28 brigadas de AGSAL las que se encargan de reparar las descomposturas y reponer los aparatos, y pueden atender unas mil casas, para el fin de semana se ampliará la capacidad casi al doble, se espera llegar a más de mil 800 reparaciones.
Mientras otros 20 grupos de trabajadores recorren las calles y cierran válvulas de paso en los domicilios donde se detectan fugas.