Nuevo Laredo.- El director técnico de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), David Negrete Arroyos, alertó sobre la alta contaminación de las aguas en dicho afluente natural, debido a la gran cantidad de fecalismo que puede ocasionar daño a la salud de las personas que la beban o se introduzcan en su cauce.

La contaminación, de acuerdo a la CILA, proviene de 15 descargas de aguas residuales que vierten su contaminante al cauce, por lo que se requiere de al menos 70 millones de pesos para su saneamiento.

“Han pasado 10 años y las descargas siguen siendo las mismas, y desde entonces no hay cambio por lo que recomendamos a la gente que no se meta a bañar a las aguas del río”, explicó el funcionario.

Las descargas corresponden a un vasto sector de viviendas ubicadas en el centro de la ciudad, hasta el club Campestre, cercano al cauce, y pese a que existe un proyecto de saneamiento, no hay recursos económicos para ello, expresó.

Indicó que ante esta situación el próximo mes arrancará un monitoreo binacional de la calidad del agua, con el propósito de establecer la calidad del vital liquido en el Bravo, ya que desde hace una década no se realiza un estudio para ello.

“Necesitamos saber la condición actual de las aguas del Bravo y ese será el objetivo del análisis, sabemos que la planta tratadora permite sanear en un 90 por ciento el afluente, pero requerimos llegar al 100 por ciento”, señaló.

Negrete participó en el Foro de Participación Ciudadana sobre Ecología y Cambio Climático, donde hizo 13 propuestas entre las que destacan la eliminación de esas descargas, atender el asunto del arroyo El Coyote, además de sugerir al ayuntamiento que limpie las riberas del río.