Los subsidios energéticos y el derecho al agua son algunos de los puntos más complicados que están siendo tratados en la reunión de Río+20, donde las Naciones Unidas han convocado a la Conferencia sobre Desarrollo Sustentable con la participación de 193 países, entre ellos Bolivia que forma parte del bloque G77 y China.

Brasil ya ha presentado un documento borrador donde se ha incluido el término Madre Tierra, los derechos y armonía de la naturaleza y la visión holística de algunas comunidades. Se ha aceptado también que la Madre Tierra está incluida dentro de las legislaciones de algunos países.

El capítulo de economía verde, de 50 páginas, se ha reducido a unas cuantas páginas y ya no es el tema de la discusión central, además de que se han incluido varias salvaguardas.

Otro logro del G77 y China, que se mantiene unido hasta ahora, es que se ha reconocido que no hay un solo modelo de economía sustentable, sino que pueden adaptarse a los enfoques de cada país.

Debate

Los países desarrollados, en concreto Estados Unidos, han propuesto que el derecho al agua esté vinculado a estándares de consumo adecuados al bienestar físico y mental, lo cual, de acuerdo a René Orellana, jefe de la delegación boliviana, es un absurdo porque no existen parámetros establecidos que permitan medir qué es el bienestar físico y mental relacionado al agua y no hay ningún organismo que pueda hacer ese trabajo. Este es un tema que sigue en negociación y se calcula que hasta hoy, martes, se defina.

Uno de sus objetivos es impedir que se suspendan los subsidios a los combustibles dentro de los países en desarrollo.

Claudia Salerno, jefa de la delegación venezolana, explicó a Los Tiempos que esta es una intención de los países desarrollados relacionada con los 100 millones de dólares para conseguir que parte del dinero de los subsidios llegue a un fondo. “No creo que haya ninguna filantropía ambientalista, si realmente la hubiera, no se estaría viendo el tema subsidios de una manera aislada y relacionada sólo con los subsidios energéticos, sino agrícolas y en el tema de pesca por ejemplo, que están destruyendo la capacidad de las economías en desarrollo de alimentarse, tal cual”. Otro capítulo complicado es el de los patrones de consumo, que no especifica con claridad que los países desarrollados deben tomar el liderazgo en el cambio de conducta al respecto.

Hoy martes las reuniones alcanzarán su punto cúspide porque el miércoles llegan los jefes de Estado y deben tener un documento establecido que negociar. Miles de mujeres tomaron ayer las calles de Río de Janeiro para clamar contra la "economía verde", uno de los temas de discusión de la Conferencia.