La reserva de agua registra falta de control e ineficiencia con que se maneja la industria petrolera nacional, subrayó un ambientalista.

Caracas.-  El venezolano Río Orinoco constituye la tercera fuente hídrica de agua dulce del planeta, la cual afronta una seria amenaza por los constantes derrames de petróleo en la zona, denunció hoy el ambientalista local Erik Quiroga.

Quiroga dijo que “nuestro gran reservorio de agua dulce se encuentra en grave riesgo por la falta de control e ineficiencia con que se maneja la industria petrolera nacional, la cual se ha visto involucrada en numerosos vertidos” de crudo.

Destacó que el reciente derrame petrolero sobre el río Guarapiche, cerca del delta del Orinoco, y la desmedida explotación en la faja petrolífera del mismo nombre disparó alarmas para la conservación y defensa de la tercera fuente de agua dulce mundial.

El experto precisó que aparte de los eventuales derrames de hidrocarburos, los ríos, lagos y lagunas de Venezuela también se han visto afectados por la contaminación causada por los desagües, provocando enfermedades como el dengue, el cólera y la diarrea.

Destacó que el Orinoco es el tercer gran río del planeta por su caudal de 40,000 metros cúbicos por segundo, después del Amazonas (180,000 metros cúbicos por segundo) y el africano río Congo (44,000 metros cúbicos por segundo).

“La mayoría de los ríos venezolanos fluyen hacía el Orinoco, el cual representa el 90% de los recursos hídricos y el 95% del potencial hidroeléctrico”, señaló el promotor de la creación del Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono.

Quiroga precisó que, por esta razón, “los venezolanos debemos tomar conciencia de la importancia que para la vida humana y la agricultura representa este inmenso río, el cual constituye una bendición de la naturaleza”.

Advirtió, asimismo, que la población mundial se incrementará en los próximos 25 años en alrededor de un 40% sobre la actual, ya que de los seis mil millones de habitantes actuales, se pasará a ocho mil 300 millones en 2025.

“Por otra parte los ciclos de sequías, propias del calentamiento global agravarán esta situación, ya que un alto porcentaje del agua dulce, depende de las precipitaciones”, afirmó el especialista.

Quiroga dijo que la disminución de las reservas de agua, debido al aumento de la población mundial y las sequías, debe llamar la atención de todos los gobiernos a tomar las previsiones necesarias para dar un mejor aprovechamiento al vital elemento.