Tras ocho días de protesta, el pueblo de Santa María Acuexcomac logró que representantes del gobierno estatal se trasladaran a la comunidad y se comprometieran a solucionar el conflicto de escasez de agua que padecen desde hace un año. De esa forma, se zanjó el conflicto que llevó a la comunidad a desactivar 10 pozos que surten de agua a la capital.

El compromiso del secretario de Seguridad Pública del estado (SSP), Ardelio Vargas Fosado, quien acudió a dialogar con los manifestantes, fue conectar la red de agua potable de la junta auxiliar a la toma general que distribuye el líquido a la capital poblana, para que no vuelvan a sufrir por la falta de este servicio. El funcionario llegó a la población en un helicóptero, luego de que cientos de granaderos en la madrugada se habían colocado en la zona donde se ubican los pozos.

El trabajo técnico está a cargo del personal de Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP), por lo que el líquido podrá fluir a partir de hoy viernes por la tubería de la comunidad.

A cambio de ello, los pobladores desistieron de la manifestación y permitieron la reactivación del abastecimiento de agua potable a las 19 colonias de la Angelópolis, que concentra una población de casi 100 mil habitantes y que se vieron afectadas durante dos días por el cierre de 10 pozos.

Asimismo, levantaron alrededor de las 11 horas el bloqueo de la carretera Paso de Cortés, en sus dos sentidos, que comunica a las localidades asentadas en las faldas del volcán Popocatépetl.

El camino, que también es ruta de evacuación del volcán, estuvo cerrado por más de tres horas.

El pasado martes, unas 2 mil personas de Santa María Acuexcomac desactivaron los cuatros pozos que se encuentran en la localidad, mientras que la tarde del miércoles cerraron las válvulas del tanque de almacenamiento que concentra el agua de otras comunidades, como Nealtican y Tecuanipan, y que abastece el sur de la capital poblana.

La medida fue tomada porque no cuentan con agua desde hace tres semanas; además porque el gobierno de Rafael Moreno Valle se niega a realizar 15 obras básicas en la junta auxiliar a cambio de que continúen explotando el líquido de la comunidad.

El ambiente de protesta que se vivió ayer en Acuexcomac fue tenso, pues a la comunidad arribaron 300 granaderos, desde las 2 de la mañana de este jueves, para resguardar las instalaciones del tanque de almacenamiento de agua.

El depósito se encuentra ubicado a medio kilómetro de la entrada principal de Acuexcomac, sobre la carretera estatal Paso de Cortés, y estaba en poder de los pobladores inconformes.

Esto propició que alrededor de las 6 horas del jueves las autoridades auxiliares tocaran las campanas del pueblo para pedir la concentración de sus habitantes, quienes se trasladaron hasta el depósito con el fin de recuperar las instalaciones.

En la protesta también se sumaron vecinos de las comunidades de San Jerónimo Tecuanipan, Zacapechpan, Nealtican, San Nicolás de los Ranchos, Calvario e incluso Santa Isabel Cholula.

En menos de dos horas se concentró una multitud que rebasó los 3 mil vecinos, quienes como primera medida de presión cerraron la carretera Paso de Cortés para llamar la atención de las autoridades.

Los inconformes colocaron enormes piedras y atravesaron sus camionetas para impedir el paso del tránsito vehicular desde las 8 horas del día.

Sobrevuelan dos helicópteros a ras de suelo

Una hora más tarde, tras el intento fallido del subsecretario General de Gobierno, Mario Rincón González, de negociar la disolución de la protesta, vía telefónica, con el edil auxiliar Carlos Ignacio Carrillo Huinatl, dos helicópteros sobrevolaron a ras del suelo de Acuexcomac.

Tal acto fue tomado como intimidatorio por parte de los vecinos de la junta auxiliar, quienes temieron que fueran gaseados por los policías, como ocurrió en otras protestas.

De los helicópteros descendieron el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, y Javier Joffre Morales, de la Secretaría General de Gobierno (SGG), para reanudar la mesa de diálogo con una comisión de vecinos y la autoridad de la localidad.

Los 300 granaderos que se encontraban en el depósito de agua bajaron a resguardar a los altos funcionarios y bloquearon en un segundo tramo la carretera Paso de Cortés, para impedir que los manifestantes se acercaran a los representantes del gobierno del estado.

Fue en ese momento cuando los inconformes, que se encontraban en la entrada principal a Acuexcomac, se trasladaron al lugar donde ya estaban las autoridades dialogando con una comisión de pobladores.

La negociación la encabezó el edil subalterno Carlos Ignacio Carrillo Huinatl y Paulino Azcátl Vitervo, presidente del Comité de Vigilancia del Convenio, además de los vecinos Flora López, Gustavo Huinatl, Juan Peñas y Leonardo Carrillo.

En tanto, alrededor de medio millar de jóvenes se apostó frente a la fila de granaderos, mientras un grupo de manifestantes, los más viejos de Acuexcomac, cercaron a las autoridades estatales para reprocharles el envío de la fuerza pública, como si se trataran de delincuentes.

“Si llegamos a un acuerdo, que quede por escrito que Rafael no va a encarcelar a nuestra gente”, pidió una sexagenaria, quien es representante de los comerciantes del pueblo.

La mujer exigió que el gobierno morenovallista no intente encarcelar a las personas que bajaron las cuchillas de los postes de alta tensión que hacen funcionar a los cuatro pozos de Acuexcomac el pasado martes.

En su intervención, Ardelio Vargas Fosado expuso que acudieron al llamado de los pobladores, para poner fin al conflicto social y distribuir de manera justa el agua en la zona.

Paulino Azcátl Vitervo expuso la situación que se vive en la comunidad al secretario de Seguridad Pública; no obstante, el segundo funcionario enviado por la SGG, Javier Joffre Morales, se mostró renuente a escuchar a cada uno de los pobladores.

Este último, en repetidas ocasiones, manifestó al edil subalterno “que pasó Carlos”, con el propósito de frenar la participación de la decena de oradores.

Vargas Fosado tomó la palabra y dijo que no se hablara más, que su presencia en la junta auxiliar era para poner orden y restablecer de inmediato el servicio de agua a la gente.

“Donde quiera que estoy hago compromisos y los cumplo. Ya me metieron en medio (del conflicto) y ya se fregaron, porque voy a estar atrás del SOAPAP hasta que les cumpla”, expresó a la comisión de vecinos, quienes quedaron conformes con la propuesta.

Los pobladores pidieron que el acuerdo tomado por ambas partes quedara plasmado en una minuta de trabajo, “para evitar que las palabras se las lleve el viento”.

Si para el lunes no hay agua cerrarán la recta y Forjadores

Finalmente, a las 11 horas los manifestantes levantaron el bloqueo de la carretera Paso de Cortés, pero dieron un ultimátum de tres días al SOAPAP para que regularice el servicio de agua en Santa María Acuexcomac.

Si el organismo no cumple con el trabajo técnico amagaron con cerrar la recta a Cholula y la Avenida Forjadores, para obligarlos a cumplir con su trabajo.

Al último, Ardelio Vargas Fosado conjuntamente con un grupo de vecinos, y sin elementos de seguridad, realizó un recorrido por el manantial de Acuexcomac, donde constató que se encuentra totalmente seco.

Mientras, montado en la batea de una camioneta, Paulino Azcátl Vitervo tomó un micrófono e informó a los pobladores que lograron que el gobierno estatal les restablezca el servicio del agua, como primer logro, y la próxima semana se sentarán a dialogar con representantes de la SGG para definir la viabilidad del pliego petitorio que entregaron hace tres semanas.

Los campesinos y amas de casa, en su mayoría, corearon hasta el cansancio, “los pueblos unidos, jamás serán vencidos”, y “sí se pudo”.

En la protesta hubo de todo, desde gente que vistió playeras con leyendas en contra del titular del Ejecutivo hasta cartulinas donde escribieron que llevan viviendo más de 18 años humillados por el gobierno, desde que permitieron la excavación de los pozos en Acuexcomac.

Llamó la atención, por su magnitud, una lona pintada con espray que decía: “No queremos obras, queremos agua; hay que finiquitar el convenio con el gobierno y no dar más agua a Puebla”.