Las aguas tratadas no se utilizan ni para el consumo humano ni para el riego de cultivos

Es una falacia que se esté cumpliendo con el ciclo urbano del agua y la realidad es que la ausencia de un adecuado tratamiento y de una cultura del reúso de las aguas tratadas, va dejando cada vez con menos recurso a los mantos freáticos, lo que obliga a los organismos operadores a buscar más fuentes de abasto del vital líquido, señaló aquí el director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, Guanajuato.

Emiliano Rodríguez Briseño dijo además que las aguas tratadas no se utilizan ni para el consumo humano ni para el riego de cultivos como hortalizas, lo que deja muy claro que esas aguas tratadas solamente se reincorporan a un cauce, pero no tienen una función específica como la tienen las aguas que no han sido contaminadas con aguas residuales.

Ante tal situación, dijo que es claro que las aguas ya tratadas o que han pasado por una zona urbana, ya no regresan a su fuente original por lo que los mantos acuíferos definitivamente ya no se recargan al mismo nivel, lo que deja como resultado que en cualquier lugar del país donde se explota un acuífero, tarde que temprano se comienza a tener problemas porque se extrae agua del subsuelo, pero no se le regresa ni en la misma cantidad, ni con la misma calidad.

Al exponer la realidad del SAPAL, Rodríguez Briseño habló también sobre el quehacer de los organismos operadores y consideró que se necesario replantear su quehacer para que puedan cobrar tarifas reales y acordes con lo que implica dotar de agua a la población, además de que deben ser congruentes y estrictos en la aplicación de la Ley para sancionar a quienes se resisten a realizar los pagos.

Indicó que así como la Comisión Federal de Electricidad aplica la norma en forma estricta y a quien no paga, simplemente la corta el suministro, así también se debería actuar en los OOAPAS, para abatir la morosidad y tener una mejor recaudación.

Sin embargo, dijo, resulta incongruente que se quiera impulsar una cultura del agua en la infancia y que se habla de congruencia cuando a las escuelas no se les cobra el servicio, “esos y otros privilegios son los que habría que abatir para impulsar una auténtica cultura del agua”.

Concluyó al señalar que se debe seguir impulsando la cultura del agua para que así como nadie piensa en atrasarse con su pago de la luz y siempre se está pensando en ahorrarla, así también se tenga esa misma conciencia con el agua.