Por la acequia madre que recorre Ciudad Juárez, Estados Unidos comenzó la entrega a México de agua rodada conforme al tratado internacional de 1906, pero debido a las condiciones de sequía en la región hasta este momento la dotación garantizada para este año equivale sólo al 20 por ciento de la cuota anual que está comprometido a entregar.
De acuerdo con datos proporcionados por la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (Cila), la entrega –que arrancó el pasado 5 de abril- garantizada por ahora es de 15 millones de metros cúbicos, aunque la cuota anual de agua que está obligado a otorgar el vecino país es de 74 millones de metros cúbicos, de agua proveniente de las presas del Elefante y del Caballo, ubicadas en Nuevo México.
El organismo binacional dio a conocer que mensualmente se revisarán las condiciones en las presas para determinar la entrega final que según sus estimaciones podría ascender a los 25 millones de metros cúbicos, “pero esto dependerá de la evolución de las condiciones en la cuenca”.
Pese a la reducción, la entrega ha sido constante desde el pasado jueves hasta ahora, aunque a veces varía el volumen rodado, de acuerdo con datos del organismo y de vecinos del arroyo citadino.
Los estragos de la falta de lluvia en la región se dejaron sentir desde el año pasado y redujo la entrega de aguas binacionales.
Debido a esto, en el 2011 México sólo recibió un 40 por ciento de la dotación que tiene derecho a recibir, se informó.
En ese entonces, Jesús Luévano, secretario de CILA México, dio a conocer que debido al clima seco, el volumen del almacenamiento de las presas del Elefante y del Caballo se mantuvo muy bajo lo cual obligó al Gobierno del vecino país del norte a asignar a México sólo 30 millones de metros cúbicos del total que tiene derecho a recibir.
La convención del tratado firmado entre ambos países en 1906 estipula que este país debe recibir de EU 74 millones de metros cúbicos anuales y que cuando no haya suficiente agua va a haber una disminución que va a ser proporcional a todos los usuarios.
Por esas condiciones, los agricultores del Valle de Juárez contaron con una cantidad 60 por ciento menor a la que deben recibir de agua rodada y este año puede ser mucho menor.
De este lado de la frontera, la escasez de líquido afectó directamente a los agricultores del Valle de Juárez, quienes en pleno auge del algodón que producen se vieron obligados a recurrir al uso de pozos eléctricos y a las aguas residuales sometidas a tratamiento por parte del Gobierno estatal para completar el riego.
En Juárez la mancha urbana no se verá perjudicada debido a que se abastece de los mantos acuíferos.