La temporada de lluvias en la Ciudad de México, las tuberías erosionadas por los gases de drenaje, así como las fugas en ductos de agua potable propician la formación de socavones o hundimientos que pueden medir hasta ocho metros de largo por cuatro de ancho y cuatro de profundidad.

Estas oquedades se abren principalmente cuando hay una fuga no visible en las redes de tuberías de agua potable y de drenaje, lo que provoca que el agua que sale de la fisura vaya asentando la tierra; con las lluvias se reblandece aún más, y con el peso de los vehículos no aguanta y provoca el hundimiento del suelo.

En estos tres meses de lluvias se han formado 15 socavones, principalmente en las delegaciones Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, provocados por ductos de drenaje con fuga, mientras que en la temporada pluvial de 2011 se abrieron 20, dijo Miguel Carmona, director del Drenaje, Tratamiento y Rehúso del Sistema de Aguas del DF.

Explicó que en esas demarcaciones están las tuberías más antiguas del Distrito Federal. Por ello, en los últimos tres años los hundimientos se han registrado en calles ubicadas en esas zonas.

“En el centro de la ciudad es donde hay más, pues el urbanismo se dio en la Cuauhtémoc hacia la Tabacalera, luego la Benito Juárez, y se fue extendiendo” a los cuatro puntos cardinales, comenta.

A pesar de que el Centro Histórico es la parte más vieja de la capital, en el primer cuadro no se forman socavones, debido a que hace más de 10 años se cambió la tubería de agua potable y drenaje, pero sí en las colonias Roma, Doctores y Santa María la Rivera.

Para rellenar los hoyos y reparar las fugas, el SACM tiene una reserva de material que es cubierta por el presupuesto anual de la dependencia.

Pero cuando es un socavón grande, donde se requiere maquinaria más pesada para excavar y sustituir colectores que rebasan el metro y medio de diámetro, contratan a empresas externas cuyo costo oscila en 500 mil pesos.

En relación con tres años anteriores, la formación de socavones en esta temporada de lluvias está dentro del promedio, aunque seguirán apareciendo por el proceso natural de deterioro en las tuberías.

Sin embargo, el funcionario destacó que ha habido disminución de socavones, gracias al programa de rehabilitación de la red de tuberías, así como acciones anuales de desazolve que ha emprendido el SACM en esta administración.

En la medida en que se sustituya y modernice la red de tuberías, y se detengan los hundimientos por extracción de agua, también disminuirán las oquedades en la tierra, consideró Raúl Gutiérrez, coordinador del Instituto de Riesgos Geológicos de Iztapalapa.

Explicó que los socavones se asocian a las rede hidráulicas: “Si se tiene una lluvia mayor en poco tiempo, entonces la saturación de la red hidráulica es más rápida, por lo tanto va con alta presión, y si las tuberías están viejas se rompen, truena la tubería y erosiona el suelo”.

En esa delegación, donde hay fallas geológicas, en 2012 se ha reportado cuatro socavones, mientras que un año ante hubo cinco.