LILIANA CAVAZOS
Un reciente hallazgo debajo de la Alameda Central de la Ciudad de México reveló huellas de cinco acequias; las primeras investigaciones indican que eran usadas entre 1350 y 1521 D.C. para controlar los niveles hidráulicos.
Ciudad de México • En 1590, el entonces Virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, ordenó la creación de la Alameda Central; a partir de entonces quedó sepultada la ruta hidráulica usada por los pobladores mexica entre 1350 a 1521.
Corrieron poco más de 400 años para que fragmentos de esta ruta volvieran a ver la luz del sol; fueron desenterrados hace un par de semanas por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quienes supervisaban los trabajos que realiza el Gobierno del Distrito Federal para embellecer la Alameda Central.
El hallazgo consiste en cinco acequias de 60 a 80 centímetros de ancho ubicadas al oriente de la Alameda Central, a un costado del Palacio de Bellas Artes, además de la huella de un canal prehispánico a 25 metros del Hemiciclo a Juárez; las investigaciones detallan que esta acequia debió medir entre 2.5 y tres metros de ancho, y corría de norte a sur.
Actualmente, un grupo de arqueólogos del INAH, trabaja en excavaciones controladas para localizar más vestigios y determinar las dimensiones de las acequias. Estas investigaciones podrían aportar datos acerca de la ingeniería hidráulica usada por los mexicas.
Hasta ahora se sabe que las acequias localizadas debajo de la Alameda, posiblemente eran usadas para controlar los niveles hidráulicos en el desaparecido barrio calpulli de Moyotla.
Otros elementos localizados bajo la Alameda Central son restos de objetos, figurillas antropomorfas, diversos tipos de cajetes, fragmentos de material cerámico de diferentes épocas usado como relleno; algunas de las piezas corresponden a pedacearía de cerámica mayólica y vidriada de los siglos XVI al XIX.
Además, fueron encontrados pisos estucados de tono rojo que se presume corresponde a una remodelación de la Alameda Central a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Debido a los hallazgos, los investigadores presentaron al Consejo de Arqueología del INAH un proyecto del salvamento. En lo que va del año, se han realizado 11 intervenciones de resguardo del patrimonio arqueológico en distintos puntos de la Ciudad de México.
