La falta de conciencia de los productores y sobreexplotación de los mantos acuíferos a través de la construcción de pozos irregulares llevará a la larga al agotamiento del recurso del agua, consideran funcionarios de Conagua. 

Aunque el riesgo no es grande ni a mediano plazo para Juárez, es recomendable mantener una actitud de cuidado y ser conservadores en el uso del recurso, señalan.

En esta semana unos 35 inspectores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) fueron retenidos en el hotel de la ciudad de Jiménez donde se hospedaban por productores agrícolas con objeto de evitar que cumplieran con su trabajo de clausurar algunos de los pozos irregulares que trabajan en esa región.

“El problema fundamental es que se ha abusado de las pocas fuentes de agua que tenemos en el estado. En Chihuahua tenemos cierta cantidad de acuíferos que han sido explotados durante muchos años y muchos de ellos están sobreexplotados”, dijo Daniel Chacón Anaya, coordinador de asesores del director general de Conagua (Comisión Nacional del Agua).

“Ha habido poca conciencia y se han seguido perforando pozos o se han seguido poniendo obras de captación de agua, donde ya tenemos un agotamiento del propio recurso natural. Lo que va a suceder con esto es que vamos a llegar a un extremo de que ya va a faltar el agua y todo por tener una entrada de recursos inmediata pero temporal, comprometiendo así la viabilidad de tener agua en el futuro”, consideró.

Manifestó que es difícil precisar cuánto tiempo tendría que pasar para que eso ocurriera, agregando que fue significativo que en los estados con sequía, particularmente en Chihuahua, las ciudades prácticamente no sufrieran los efectos de ese fenómeno.

“Esto porque la mayor parte de las ciudades en Chihuahua están abastecidas por fuentes, acuíferos subterráneos. De hecho las fuentes superficiales para agua potable son pocas en el estado. Tenemos pocos ríos y lagos de donde podamos extraer agua”, señaló. 

Dijo que la mayor parte de las presas en México están dedicadas a la agricultura.

“El acuífero que está debajo de la ciudad de Chihuahua se agotó hace muchos años y se ha tenido que ir trayendo agua de otros acuíferos cada vez más lejanos, situación que es a la que nos puede llevar este fenómeno de sobreexplotación”, explicó.

“Estamos extrayendo más agua de la que se puede reponer de manera natural en los acuíferos”, expuso.

Agregó que en el caso de Ciudad Juárez es poco probable que se llegue a dar un desabasto a mediano plazo.

“Juárez tiene una situación un poco diferente, porque su acuífero es compartido con Estados Unidos y que ha sido generado mayormente por el río Bravo, que cuando menos hasta El Paso, Texas todavía fluye a través de su cauce natural de manera predominante”, mencionó.

“La infiltración del agua en ese cauce es el agente que recarga el acuífero debajo de Juárez y El Paso. Aunque los estudios no están muy completos, eso es lo que indican, pero de cualquier manera hay que mantener una actitud de cuidado y ser conservadores en el uso del recurso”, señaló.