GUADALAJARA, JALISCO.- Con las infraestructuras colosales para trabajar el agua en Jalisco que las autoridades han impulsado, como presas y plantas de tratamiento, no basta para solucionar los rezagos en este tema, pues falta atender directamente al líquido vital y sus espacios, explicó Agustina Rodríguez Morán, apoderada de la Fundación Cuenca Lerma-Chapala-Santiago.

"Recuperar recursos naturales que contribuyen en el ciclo del agua, si nosotros perdemos esto, obviamente estamos perdiendo el punto en el que se genera el agua, para nosotros poderla tener a disposición. Esto es muy evidente que no se ha privilegiado, sobretodo en nuestro Estado".

La deficiencia se notifica en que, tanto el saneamiento como el abastecimiento de agua no se han podido cubrir por completo, y para erradicar esto, se desarrollan obras como la planta de tratamiento El Ahogado, que a decir de la experta no resolvió el problema de los residuos provenientes de la industria, así como la presa El Zapotillo, la cual abastecerá sólo 50%, aproximadamente, de agua que necesita Jalisco. 

"No apostarle tanto a las presas, sino a la recuperación de la cuenca. El poder tener inversión, estrategias y programas que fomenten esto, recuperar espacios, recuperar calidad de esos espacios".

Las fallas en la limpieza de las aguas son multifactoriales, aseguró Rodríguez Morán, puesto que los Ayuntamientos que tienen la obligación del saneamiento, duran sólo tres años en los que no pueden hacer inversiones suficientes para estos proyectos, que son costosos, y para los cuales falta coordinación con el Gobierno federal y estatal en materia de recursos. 

Además de que, en algunos casos, los diseños no están bien planeados y las obras quedan abandonadas, un ejemplo, explicó la experta, es la planta de tratamiento de San Pedro Itzicán, en el municipio de Poncitlán.

"Cómo es posible que quien otorga el recurso, quien ejecuta la obra y quien la mantiene, no haya evidenciado que la construcción de la planta iba a provocar más problemas de los que pretendía remediar. El colector de las aguas residuales se encuentra dentro del lecho del lago y pues, obviamente, cuando el nivel del lago sube, las aguas se desbordan". 

El cambio a una visión que atienda a todo lo que compone al líquido vital, en lugar de acciones desvinculadas que implican grandes obras, es preciso para su restauración; ésta con miras a una gestión integral que implique el rescate de los elementos implicados en el ciclo del agua, como bosques, suelos y la misma lluvia. 

Esta nueva perspectiva también implicaría darle prioridad a programas o incentivos a las empresas, y que cuenten con su infraestructura para sus residuos líquidos, en lugar de los grandes cuerpos que acumulan aguas; así como el aumento del control de los Ayuntamientos en las descargas en su territorio, refirió Rodríguez Morán.

Uno de los retos que queda para las nuevas administraciones es comenzar la mejoría desde las estructuras que se tienen, y más allá de planear nuevas obras, restaurar las redes de agua actuales; otro es que en las decisiones respecto a esta materia se tome en cuenta la voz de la población, pues en este tema los ciudadanos se hacen de una postura y falta escucharlos. 

FRASE:

"Se requiere la voluntad, sobre todo, de ver los problemas de la planta de tratamiento de aguas residuales como algo prioritario, como algo urgente, algo que se relaciona con la calidad de vida y con la vida misma del ser humano y de los jaliscienses", Agustina Rodríguez Morán, apoderada de la Fundación Cuenca Lerma-Chapala-Santiago.