Shanik David
Sólo dos de los ocho proyectos que actualmente se desarrollan en el norte de la entidad cuentan con Manifiestos de Impacto Ambiental.
Sólo dos de los ocho proyectos para la construcción de plantas hidroeléctricas en la entidad cuentan con Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA) aprobados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Pese a esto, las empresas privadas que buscan impulsar estos proyectos ya comenzaron las gestiones de compra de tierras en los poblados cercanos a los ríos, como una forma de ganar tiempo y ahorrarse dinero, señaló Silvia Villaseñor Pineda, coordinadora en Puebla del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec) e integrante del Consejo Tiyat Tlali en Defensa de la Vida y el Territorio.
“Si no tienen las tierras no pueden hacer el proyecto, por eso llegan primero a las comunidades pero con engaños”, explicó la investigadora, al momento de acusar que esta es una medida que aplican empresas para iniciar cualquier tipo de proyecto, como las hidroeléctricas o minas.
Solamente la planta de Comexhidro, en el municipio de Ahuacatlán, y el proyecto de Grupo Ferrominero en el río Coyolapa, en las comunidades de Zoquitlán y Tlacotepec, en la Sierra Negra, tienen autorización de la Semarnat para la explotación de los afluentes para la generación de energía eléctrica.
En cambio, la secretaría federal rechazó en dos ocasiones el MIA presentado por Grupo México para la construcción de una planta en Xochicuautla.
Buscan construir tres plantas hidroeléctricas en el río Ajajalpan
De acuerdo con información proporcionada por Villaseñor Pineda, tan sólo en el río Ajajalpan se intentan instalar tres plantas de este tipo, de las cuales dos corresponden al Grupo México, una en la zona de Xochicuautla y Zacatlán, y una más en Olintla.
Aunque es el proyecto de Comexhidro, por medio de su filial Deselec, el que más avances presenta, pues al contar con los permisos ambientales ya inició la construcción de la planta.
Sin embargo, la coordinadora del Imdec denunció que esta empresa consiguió los predios para la construcción de la hidroeléctrica con base en engaños, pues pidió a los pobladores que le proporcionaran las escrituras de sus tierras para poder abrirles un mercado importante para la venta de café, lo cual nunca hizo.
Con esto, Comexhidro se adueñó de los terrenos necesarios para levantar la infraestructura para su proyecto, y pese a que esto implica un delito, los habitantes no lo denunciaron ante las autoridades.
Las únicas denuncias formales que se han presentado por parte de los habitantes de comunidades afectadas por los proyectos hidroeléctricos son en contra de Grupo México.
Dos de estas constan en la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el caso de Xochicuautla y más recientemente por las amenazas en contra de los pobladores de Ignacio Zaragoza en Olintla, quienes además denunciaron delitos como abuso de poder y afectaciones a propiedad privada ante el ministerio público.
Además, ya se tiene en funcionamiento una planta hidroeléctrica en Atlixco, mientras que la Comisión Federal de Electricidad ya realiza estudios de factibilidad para construir otras en Chignahuapan, Cuetzalan y Hueytamalco.
Plantas hidroeléctricas secan ríos en tres años
Villaseñor Pineda indicó que de acuerdo con estudios hechos en otros puntos del país, se ha demostrado que en un lapso de tres años las hidroeléctricas disminuyen considerablemente el cauce los ríos en los que éstas se encuentran, dado que se tiene que modificar el recorrido de los afluentes para hacer funcionar las plantas.
“Imagínate en el caso del Ajajalpan donde quieren poner tres plantas”, exclama la especialista, quien describió que estos proyectos tienen un gran impacto ambiental, pese a ser considerados como de energía limpia.
Con las modificaciones que se hacen al cauce de los ríos se afecta la flora y fauna del afluente, además que al estancarse el agua en la presa se generan malos olores y mosquitos.
En el caso de las plantas que pretende construir Grupo México, la energía eléctrica se emplearía para generar ahorros en la operación de las minas del consorcio en el norte del país, por lo que consideró que decir que estos proyectos hidráulicos son ecologistas es “absurdo”.
Los esquemas de autoabastecimiento de energía eléctrica bajo el cual se autorizan y rigen estos proyectos de plantas hidroeléctricas hacia los particulares es una forma de “privatizar la electricidad”, aseveró Villaseñor Pineda, pues con esto poco a poco serán más las empresas las que tendrán el poder de este servicio y solamente quienes tengan dinero podrán acceder a él.
Los proyectos hidroeléctricos desarrollados en Puebla son:
Empresa: Comexhidro / Deselec 1, S de R.L. de C.V.
Proyecto Hidroeléctrico Puebla 1
Río Ajajalpan
Municipios: Ahuacatlán y San Felipe Tepatlán
Empresa: Grupo México
Central Hidroeléctrica Xochimilpa
Río Ajajalpan
Municipios: Xochicuautla, Ahuacatlán y Zacatlán
Empresa: Grupo México
Río Ajajalpan
Municipios: Olintla
Empresa: Hidroeléctrica del Apulco S.A. de C.V.
Río Apulco
Municipios: Taihtic, Zacapaxtla
Empresa: Ingdeshidro Eléctrica
Proyecto Hidroeléctrico San Antonio
Río Zempoala y Ateno
Municipios: Xochitlán, Zapotitlán, Atlequizayán, Zoquiapan y Nauzontla
Empresa: Grupo Ferrominero-Minera Autlán
Central Hidroeléctrica Atexcaco
Río Apulco
Municipios: Hueyapan, Yahonauac, Tlatlauqui
EN FUNCIONES DESDE NOVIEMBRE DE 2011
Empresa: Grupo Ferrominero-Minera Autlán
Proyecto Hidroeléctrico Coyolapa
Río Coyolapa
Municipios: Zoquitlán y Tlacotepec
Empresa: Grupo Ferrominero-Minera Autlán
Proyecto Hidroeléctrico Atzala
Río Atzala
Municipio: Zoquitlán