“Cuesta mucho la infraestructura de las plantas tratadoras… si el agua se trata es para darle un uso que no podría dársele sin tratar, desafortunadamente se está rompiendo este círculo virtuoso”, dijo el diputado José Luis Ramírez Escalera al criticar que el agua de reuso sea más costosa que la extraída de un pozo.

Debido al costo, señaló, la población deja de utilizar el producto de las plantas tratadoras en predios, negocios, prados e incluso en el hogar. El litro de agua tratada costaría tres pesos, y el de agua de pozo entre 1.5 y dos.

Ramírez, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos en el Legislativo de Aguascalientes, adelantó que se trabaja en una iniciativa para conseguir que el líquido tratado se distribuya de manera gratuita, pues desgastar los mantos freáticos resulta “iluso”.

Refirió a su vez que ante la escasa demanda algunas plantas tratadoras, incluso, optan por tirar su producto: “finalmente el agua se va al arroyo, metros más adelante vuelve a contaminarse o se pierde por ahí”.

Apuntó también que si no se consigue regalar el agua tratada, desde el ámbito legislativo cuando menos se buscará equiparar su costo con el de la proveniente de los pozos.

“No es posible que se esté invirtiendo en tratamiento de agua para que ésta regrese al riachuelo sin mayor beneficio”.

Manifestó el legislador que el único modo para aprovechar el desembolso gubernamental que deriva del tratamiento de este líquido sería verter el agua tratada en arroyos limpios, arbolados, con una corriente activa y zonas para el esparcimiento familiar.