Con la cara roja y la piel reseca por el frío “que cala y corta la piel”, niños y mujeres esperan todos los días a que llegue la pipa, llevan más de una semana vigilando el camino
HUIXQUILUCAN, Méx.— Con temperaturas de menos tres grados, más de 600 familias de El Hielo, sufren escasez de agua “pues pasan semanas y la pipa no llega”, señalaron decenas de mujeres junto a sus tambos vacíos.
Con la cara roja y la piel reseca por el frío “que cala y corta la piel”, niños y mujeres esperan todos los días a que llegue la pipa, llevan más de una semana vigilando el camino. “A veces pasa un mes y el agua no llega”, lamentan.
“No sabemos que es más intenso el frío, la sed o la necesidad de agua, pues si la pipa no llega tenemos que pagar 25 pesos por un tambo y 13 pesos por cada garrafón de agua”, afirmó Sofía Alpízar, vecina del lugar.
El alcalde Alfredo del Mazo Maza fue de visita a El Hielo y con él llegó el reparto de despensas, vacunas, cortes de cabello, “pero lo que más necesitamos ahora es agua”, se lamentó Sofía.
José muestra el tinaco vacío que encabeza la fila de tambos, que inicialmente eran usados para contener productos químicos, pero “por necesidad aquí los usamos para el agua que ustilizamos en la cocina, algunos hasta para beber, lavar ropa y bañarnos” , admitió Adelina Goroztieta.
El Hielo surgió hace casi 20 años como un asentamiento irregular, donde hoy viven 622 familias que no tienen la certeza jurídica de sus propiedades, por lo que el ayuntamiento junto con el Instituto Mexiquense de la Vivienda (Imevis) inició este jueves una campaña de recepción de documentos para regularizar la posesión de esta colonia, informó el alcalde Alfredo del Mazo Maza, ante el escepticismo de la gente.
El módulo de Imevis estará en El Hielo los próximos 15 días, para recibir los documentos que acrediten la posesión de más de 600 familias quienes en tres meses podrán obtener sus títulos de propiedad, indicó el alcalde.
Pero la gente ya perdió la confianza “cada tres años, es lo mismo vienen nos piden papeles y nunca se vuelven a aparecer”, afirmó Adelina junto a un numeroso grupo de mujeres que se negaba a recibir despensas, “pues lo que necesitamos es agua, estamos entre manantiales, pero nos estamos muriendo de sed”.