La administración estatal señala que la empresa de tratamiento no cumplió con los estándares sanitarios elementales y puso en riesgo a la ciudadanía

El gobierno de Puebla retomó la operación de cuatro plantas tratadoras de agua y rompió el contrato con la empresa Tratamiento de Agua de Puebla SA de CV (Tapsa) por incumplir con los estándares sanitarios elementales y poner en riesgo la salud de la ciudadanía.

Mediante un comunicado, la administración notificó que el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP) culminó la relación contractual con Tratamiento de Agua de Puebla, S.A. de C.V. (TAPSA) la cual tenía a cargo cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales en los municipios de Puebla, Cuautlancingo y San Andrés Cholula.

El 25 de enero de 1999, TAPSA se comprometió a construir, financiar y operar cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales por un periodo de 20 años. Además, en 2004 el SOAPAP compró a TAPSA las cuatro plantas referidas por un monto total de 764 millones 750 mil pesos.

Sin embargo, la empresa violó la NOM-001-SEMARNAT-1996 que ponía en riesgo la salud de los consumidores y agredía el medio ambiente. Ante esta problemática, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) determinó un crédito fiscal al SOAPAP por 673 millones 872 mil 767 pesos.

Ante ello, la administración a cargo del panista Rafael Moreno Valle Rosas determinó con base en el artículo 124 fracción I de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público Estatal y Municipal, así como de la cláusula vigésima tercera del Contrato, concluir la relación.

En tanto, el  SOAPAP solicitó al Poder Judicial del Estado, una medida cautelar para que este organismo reasuma la prestación del servicio público de tratamiento de aguas residuales que legalmente le corresponde.