Una pulgada y media llovió la madrugada del martes, para los ranchos de las carretera ribereña, lado oriente y poniente, rumbo a Villa Hidalgo, Coahuila y Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas
NUEVO LAREDO.- Pero hace falta mucha más agua para que las presas empiecen a captar agua, pues las aguas que han caído hasta ahora, son absorbidas por el subsuelo.
Los ganaderos claman por una lluvia verdaderamente fuerte y prolongada, una caída considerable de agua de una sola vez.
“Que sume tres o cuatro pulgadas de un golpe, para hacer que las presas empiecen a agarrar agua, pues hoy las lluvias que han caído, se embeben, las chupa la tierra tan seca que tenemos”, dijo Héctor Barberena Aguirre, dirigente de la Asociación Ganadera Local Regional Nuevo Laredo-Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas.
Pues increíblemente es poca el agua, “la tierra está mucho muy encalmada”, dicen los ganaderos.
“No le deseamos el mal a nadie, a mucha gente no le gusta la lluvia, interfiere en su trabajo, se le mete a su casa, inunda las calles de su colonia o barrio, pero nosotros necesitamos lluvia, con mucha regularidad, para revertir el mal causado por 20 meses sin agua”, estableció Barberena Aguirre.
Dijo que por los pronto, siguen beneficiándose del apoyo del gobierno estatal con el subsidio del 75% al precio de la tonelada de alimento y del gas butano, éste último, utilizado para chamuscar nopal, que se convierte en comida para el ganado.
“Gracias al Gobernador tenemos esta ventaja de un alimento a buen precio, así como el apoyo para construir pozos de agua”, concluyó el entrevistado.