Un grupo de investigadores dirigidos por una mexicana estudian Cuatro Ciénegas en busca de pistas que ayuden a entender la evolución de Marte.

De acuerdo a BBC MUNDO, tanto el Cráter Gale, que hoy explora Curiosity, como en este oasis hay formaciones de yeso que son el producto de la acción del fuego bajo el agua.

Cuatro Ciénegas se localiza a mitad del desierto de Chihuahua y contiene microorganismo que han soportado que han sobrevivido las extinciones del planeta, mucho de este pequeños seres vivientes ayudaron a transformar al planeta como lo conocemos hoy.

Por ello estudiar sus genes proporcionara de información valiosa sobre cómo han logrado sobrevivir con escasos nutrientes. Este estudia podría indicar pistas que habría que busca en Marte.

Hasta ahora ha localizado organismos que está adaptadas a la ausencia de nitrógeno y otros que viven con muy poco fósforo.

"Los genomas nos dicen que estas bacterias eran marinas hace mucho tiempo... sobrevivieron todo tipo de catástrofes y siguen aquí, por lo que en sus genes podemos ver la historia evolutiva por la que han pasado", explica la Dra. Valeria Souza, de la Universidad Nacional Autónoma de México y principal autora del estudio.

Caracterizar los organismos que viven en el oasis ayudara a comprender la diversidad del planeta, además de que ayudará a saber qué buscar en Marte, cómo interpretar esa información y comprender si son las mismas reglas evolutivas en ambos planetas.

El humedal que es Cuatro Ciénegas es sumamente pobre en nutrientes y ricos en minerales similares a los de Marte. "En ambos sitios el yeso predomina y se formó bajo un rico mar en sales y carbonatos por presencia de fuego", aclara Souza.

La existencia de agua, minerales y azufre es fundamental para la formación de yeso, en la ciénega el fuego lo proporcionó el magma, en cambio en Marte se cree que fue el meteorito que creó el cráter Gale.

A pesar de la rica información que posee Cuatro Ciénegas varios científicos han expresado que la zona es sobreexplotada por el agua que contiene. La desaparición del líquido es la mayor amenaza que tiene los microorganismos.