GUADALAJARA, JALISCO.-  La presa El Zapotillo, que se construye en el municipio alteño de Cañadas de Obregón, no se cancela. El Gobierno Federal que a partir del primero de diciembre encabezará el presidente electo, Enrique Peña Nieto, sostendrá su apoyo a una represa que ha sido motivo de críticas a nivel local e internacional, porque su puesta en marcha requiere inundar los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. 

Pese a que la transición de administraciones se realizará entre personajes emanados de distintas fuerzas políticas (Felipe Calderón, del PAN; y Peña Nieto, del PRI), el próximo Primer Mandatario mexicano sostendrá su apoyo al mega proyecto que arrancó durante un sexenio panista, y que en la teoría asegurará agua potable para dos millones 400 mil habitantes de León, Guanajuato, Los Altos de Jalisco y el Área Metropolitana de Guadalajara.

El coordinador de agua en el equipo de transición de Peña Nieto, David Korenfeld Federman, confirmó lo anterior ante cerca de mil personas, a las que impartió una conferencia en el puerto de Acapulco, Guerrero, en el marco del XXII Congreso Nacional de Hidráulico, que año con año coordina la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH). 

Mencionó que la presa y el acueducto El Zapotillo-Altos de Jalisco-León, Guanajuato tendrán que terminarse para dar agua potable a los habitantes de la ciudad de León, Guanajuato, la región de Los Altos de Jalisco y a la Zona Conurbada de Guadalajara.

Justo el jueves pasado, los jueces del Tribunal Permanente de los Pueblos, en el que se integraron diversos asesores y ex consultores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se reunieron en Guadalajara para marcar postura en firme, e instar a las autoridades mexicanas a desistir en la construcción de mega presas como Las Cruces, en Nayarit, y El Zapotillo, en Jalisco.   

Pero la nueva estructura Federal buscará que sean las aguas superficiales del Río Verde las que abastezcan a Jalisco y Guanajuato. Esto con el ánimo de reducir los niveles de explotación de los mantos subterráneos, que presentan abatimientos anuales de tres metros, y aprovechar el líquido de ese afluente que hoy se vierte al océano.  

En ocasiones anteriores, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha explicado que el agua que se envíe de la cuenca del Río Verde hacia la ciudad de León, será tratada y enviada al cauce del Río Lerma lo que favorecerá la recuperación ambiental de la misma, así como del Lago de Chapala. 

En dicho evento, David Korenfeld se posicionó en favor de concluir, además, el Acueducto Monterrey VI (que medirá más de 530 kilómetros) y el Acueducto San Luis Potosí. Esto porque el acceso al agua potable será "cada vez más difícil (...) por lo que se tendrán que analizar otras alternativas, como la desalinización de agua de mar y el aprovechamiento de algunos acuíferos que presentan problemas de presencia de sales y minerales".