Miguel Ángel Domínguez Ríos
Atlixco.Campesinos de San Juan Tianguismanalco exigieron a la gerencia en Puebla de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y a su gobierno local construir una serie de represas en esa zona para evitar que miles de litros de agua, producto de las lluvias, se desperdicien. “Y de paso evitar el robo que existe del liquido del manantial de Atlimeyaya”, afirmó José Pedroza, representante de los productores quienes de paso, y a cambio, se comprometieron a reforestar el área cercana a las faldas del volcán Popocatépetl.
Durante una entrevista, recalcó que si las autoridades tienen la intención de hacer más eficiente el uso del agua, y que ésta no termine en los caños o en las barrancas, requieren de más infraestructura. “Aquí mismo en este valle abundan los sistemas de riego a los cuales se les aplicó una cantidad importante de dinero, y por eso no riegan nada de líquido. ¡Pero queremos que nos ayuden a todos!”, acotó.
Y uno de los primeros pasos para que los representantes de los tres niveles de gobierno comiencen a arreglar el asunto, agregó, es revestir los canales o hacer pequeñas represas. “No estamos en plan de molestar o en plan altanero; pero son cosas que deben arreglarse antes que todo”, apuntó.
Insistió en la necesidad de hacer precisamente una represa en el área de la barranca de San Baltasar para de ahí suministrar ese recurso natural. “A cambio, el grupo de trabajadores del campo de esa franja estaría dispuesto a colaborar con la reforestación de los bosques o de las faldas del Popocatépetl”, adelantó.
Y es que, dijo, la tala de árboles iniciada ahí hace muchos años es una de las causas de que por temporadas largas no llueva. “Para ser más claros, nos estamos comiendo, o mejor dicho, estamos terminando irremediablemente con el medio ambiente desde hace ya más de 50 o 60 años. Ese sería nuestro compromiso”, aclaró.
De acuerdo con datos oficiales, un número importante de pequeños productores de la región de Atlixco, Tochimilco, San Juan Tianguismanalco se dedican a producir flores, hortalizas, granos básicos y ganado. “Hablamos de un aproximado de 76 comunidades que sobreviven del campo y de algunas remesas enviadas desde Estados Unidos. Por eso la importancia de que las autoridades volteen la cara para darse cuenta de nuestras apremiantes necesidades. Sin agua todo sería estéril”, sentenció.
Finalmente resaltó que ya con los resultados de un estudio para el reordenamiento del río Cantarranas se definirá la disponibilidad (positiva o negativa) del gasto en el manantial de Atlimeyaya. “Y entonces a partir de eso sabremos de qué tamaño son las represas que requerimos”.