Zitácuaro, Michoacán.- Aguas negras sin tratamiento son vertidas en las tres principales presas del Sistema Cutzamala -entre las que se encuentra la de El Bosque, la más grande del Oriente de Michoacán- reconoció la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Antonio Gutiérrez Marcos, director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) de la Conagua, apuntó que aunque hay infraestructura construida para tratar el vital líquido, ésta no se utiliza como debe ser.

Las presas de Valle de Bravo, El Bosque y Villa Victoria, reciben descargas directas de aguas negras, lo que ya ocasionó un problema de contaminación en la primera de ellas, que obligó a mandar a la Ciudad de México agua con olor y sabor desagradable.

Gutiérrez Marcos señaló que si bien en el caso de El Bosque existe una planta que debería tratar las aguas negras que se generan en la zona urbana de Zitácuaro, ésta no opera como se programó.

Lo mismo pasa en Valle de Bravo, donde la planta de tratamiento de aguas residuales tiene capacidad para 150 litros por segundo, pero sólo trata, como máximo, 75; es decir, sólo la mitad. Acepta que la infraestructura no se aprovecha y sí se genera un problema de contaminación.

En esos dos casos, el problema es que no se utilizan las plantas, pero en los otros casos no existe esa infraestructura, como en los embalses de Colorines y Villa Victoria, donde las aguas negras son recibidas sin ningún tipo de tratamiento.

Las consecuencias de la contaminación de las presas del Sistema Cutzamala ya se dejaron sentir este año, cuando se tuvo que cerrar a la navegación el embalse de Valle de Bravo, por el crecimiento de microalgas, generadas por las descargas irregulares.

Desafortunadamente, agregó el funcionario federal, este año las lluvias no dejaron niveles “óptimos” en las presas, por lo que durante la siguiente temporada podrían desarrollarse más microalgas.

Ante ello, hizo un llamado a no aflojar el paso en la lucha contra la contaminación y el tratamiento de las aguas; y manifestó que luego de que las lluvias ayudaron a paliar el problema de las microalgas, se relajó el tema y se descuidó, lo que no debe ocurrir porque la situación podría ser peor.