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Noticias UNAM - Enero 2012


26 de enero de 2012

El bosque de la cuenca del Río Magdalena, en estudio

GUSTAVO AYALA

Deben implementarse acciones para mantener su biodiversidad, aunque está relativamente conservado

Pese a la destrucción del ecosistema del bosque nublado de la cuenca del río Magdalena, la zona está relativamente conservada, por lo que aún se está a tiempo de implementar acciones para mantener la biodiversidad.

Desde hace más de cinco años, un grupo de académicos de la Facultad de Ciencias, encabezado por Silvia Castillo Argüero, trabaja en el sitio con el proyecto Determinación del Grado de Conservación del Bosque Templado de la Cuenca del Río Magdalena, DF, con el propósito de efectuar investigación básica y revertir su deterioro.

Labor trascendente Por los efectos derivados de prácticas antropogénicas en ese ecosistema, la universitaria consideró indispensable aplicar medidas para detener la fragmentación, como reducir ganadería y agricultura extensiva, reglamentar la entrada al público, impedir la tala inmoderada, así como los asentamientos irregulares.

Otro efecto concierne a los tomadores de decisiones, como la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, que otorgó a los dueños de la tierra recursos para la realización de proyectos; sin embargo, algunos talaron árboles como encinos, que tardan entre 20 y 30 años para llegar a una altura media, y en su lugar plantaron frutales. “No estamos en contra de la siembra, el problema es que acaban con las especies nativas, que determinan parte del amortiguamiento y absorción de la contaminación de la urbe”, apuntó.

Si se toman correctamente estas actividades y se comienzan a reforestar las áreas afectadas con las nativas (no con exóticas y/o introducidas), “podremos tener un ecosistema con una diversidad y funcionamiento en condiciones más parecidas a un bosque templado conservado”, indicó.

Educar a los visitantes
Castillo Argüero señaló la necesidad de educar a los visitantes que cada año acuden a disfrutar del paisaje, a correr o hacer otras acciones; sin embargo, no cuentan con el conocimiento de la zona.

La académica del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias refrendó la trascendencia de preservar las regiones boscosas aledañas al Valle de México. “Son áreas fundamentales porque representan la única fuente de abastecimiento de agua”, resaltó.

Hace tiempo, ejemplificó, se instaló una planta de tratamiento, aunque sin fundamento, “porque no es posible capturar el líquido si no se tiene un estudio sobre la capacidad del río en la época de secas. Si se hace sólo en la temporada de lluvias se tiene un potencial de flujo mayor y no puede evaluarse la cantidad que debe sacarse”. Asimismo, a pesar de ser un afluente importante para el Distrito Federal, gran cantidad se va al drenaje.

El trabajo de estos años, comentó Gabriela Santibáñez Andrade, estudiante de doctorado y participante en el proyecto, ha permitido saber qué hay en la cuenca y en qué condiciones de conservación se encuentra, para determinar qué puede hacerse con esa información; “no sólo se trata de las plantas, sino también de las interacciones con otros seres vivos; es decir, la funcionalidad del ecosistema”, ya que es un bosque con alta heterogeneidad, lo que determina su variedad, consideró.

Por su parte, Yuriana Martínez Orea, técnico académico de la Facultad de Ciencias y miembro del equipo, resaltó que uno de los logros es la obtención de datos precisos sobre algunas especies nativas, que tienen una producción importante de semillas y representan riqueza y diversidad a nivel genético.

Hay poblaciones de variedades típicas de este bosque templado que permanecen en el sitio, y deben tomarse en cuenta para poner en funcionamiento un plan de restauración y no tener que recurrir a otras. “Lamentablemente no es un área natural protegida; si lo fuera, se contaría con un fondo para implementar medidas de seguridad, y habría más acciones para preservar el bosque nublado y la cuenca”, concluyó.

 


Las regiones boscosas, fuente de abastecimiento de agua.

Fuente:
GUSTAVO AYALA, 26 de enero de 2012, El bosque de la cuenca del Río Magdalena, en estudio. Gaceta UNAM
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