El proyecto universitario Equipos Solares
Inteligentes para Llevar Luz a Zonas Marginadas
del País ha favorecido, hasta el momento, a cerca
de mil 200 viviendas en varios estados, y en lo que
resta del año trabajarán en 800 más. Recientemente
reconocida con el premio TR35 del Instituto
Tecnológico de Massachusetts, la iniciativa ha
recibido otras distinciones y estímulos que le
han permitido consolidarse.
Manuel Wiechers Banuet, egresado de
Ingeniería Industrial de la UNAM, explicó que
esto posibilitó la creación de Iluméxico, empresa
que agrupa a otros ingenieros de esta
casa de estudios como Martín García Wilhelm
y Hugo Ham Tamayo, de Mecatrónica; Mariana
González Pacheco, de Electrónica, y Abraham
González Guillén, de Industrial. También participa
Gerardo Ruiz de Teresa, ingeniero mecánico
de la Universidad Iberoamericana.
Hasta el momento son muchas las familias
beneficiadas en las 22 viviendas atendidas en
Quintana Roo; 23 en Baja California; más de
cien en el Estado de México; un centenar en
Puebla; 500 en Veracruz y 400 en Guerrero.
En Oaxaca, la península de Yucatán, Querétaro
y Tabasco hay una prueba piloto.
Paso a paso
En Veracruz, refirió Wiechers, comenzaron las
operaciones del proyecto hacia fines de 2009,
en la zona llamada Los Tuxtlas, específicamente
en Hueyapan y Catemaco.
“Nos dirigimos a promotores municipales,
después a las ONG y así entablamos contacto
con Édgar Aguilar, quien trabajaba en ese lugar
desde hacía tiempo”, recordó el entrevistado.
El primer paso, dijo, es realizar un estudio
de factibilidad y platicar con los líderes; de
esta manera se calcula cuántas viviendas
podrían recibir luz eléctrica. En asambleas
comunitarias se da la información sobre instalación
y capacitación.
Después dejan un sistema a prueba, los
habitantes pegan carteles para familiarizarse,
hacen una lista de interesados y explican las
formas de pago y plazos de los mismos.
“Los anticipos van de 150 a 400 pesos, la
gente paga de mil 500 a dos mil 500 por servicio
de luz; si se desea incluir aparatos como
televisión y radio, los depósitos van de 900 a
mil 200 y el costo total varía de cuatro a seis
mil pesos”, detalló.
En cuanto hay acuerdo en los poblados, se
hacen los contratos, uno por cada tres viviendas.
A los habitantes se les entrega el equipo,
que se comprometen a cuidar y liquidar en los
planes fijados.
Capacitación
Para la capacitación se establece un comité
técnico, de preferencia con jóvenes del lugar,
quienes serán los encargados de hacer reparaciones
con las herramientas proporcionadas.
Wiechers comentó que no todos los miembros
de una comunidad aceptan el proyecto
y que ellos respetan las decisiones; por eso,
trabajan sólo con quienes muestran interés
y compromiso.
Parte del gasto lo cubren los habitantes. Si
se dan las condiciones se consiguen apoyos
económicos de gobiernos municipales y/o
estatales, por medio de fundaciones y diversos
mecanismos.
Estrategias
Una vez que el proyecto está en marcha, se
mantiene contacto permanente con el poblado
para impulsar otras estrategias. Según las condiciones
de cada lugar, los habitantes reciben
cursos para comercializar sus productos y se
buscan las mejores formas de procesarlos,
deshidratarlos o empacarlos.
Asimismo, ofrecen canales de venta, asesorías
para conseguir financiamientos o apoyos
de inversión. En Veracruz se han establecido
talleres de diferentes tipos.
Así es como se concreta el objetivo del proyecto:
brindar plataformas en comunidades para
impactar su desarrollo a partir de la introducción
de electricidad mediante equipos solares.