Del 24 al 29 de septiembre de 2012, la Universidad Nacional Autónoma de México realizó, en el Auditorio “Gustavo Baz Prada” del Palacio de Medicina, el Foro  Internacional de Energía con el objetivo de discutir de manera amplia e incluyente la situación y problemática de la materia energética en México y el mundo.

La realización de este Foro Internacional se enmarca en el conjunto de acciones que la UNAM emprende para atender, desde el ámbito académico, los grandes problemas nacionales, dentro de los cuales el energético es una prioridad. En este espacio, expertos nacionales e internacionales abordaron desde su experiencia una amplia agenda que fue cumplida en 22 mesas de trabajo y que abarcó los siguientes temas: Problemática actual y temas relevantes de la agenda energética; Industria energética y rectoría del Estado; Estado actual y prospectiva de los distintos tipos de energía renovable y no convencional; y Futuro de la energía en México y en el Mundo.

Reconociendo la importancia que tiene la energía hidráulica en el sistema energético actual, tanto en México como en el mundo, los organizadores tuvieron a bien dedicar la mesa 17 a debatir la pertinencia de ésta como alternativa energética basándose en su eficiencia y alcance, impacto en el ambiente, costos implícitos y la prospectiva sobre su utilización.

Moderada por el Ing. Gonzalo López de Haro, Secretario General de la Facultad de Ingeniería, la mesa comenzó con la participación del Dr. Fernando González Villarreal, Investigador del Instituto de Ingeniería y Coordinador Técnico de la Red del Agua UNAM, quien además de hacer un puntual análisis del estado actual de la energía hidráulica en México y en el mundo, explicó uno de los temas más discutidos en la agenda hídrica internacional: el vínculo agua-energía-seguridad alimentaria. En los distintos procesos de la generación de energía se utiliza una importante cantidad de agua, en especial cuando se trata de biocombustibles; en sentido inverso, la extracción, tratamiento, potabilización, transportación y uso del agua requiere también de grandes cantidades de energía (alrededor del 7% de la energía total mundial es utilizada en procesos relacionados con el agua). La eficiencia y transición energéticas sólo pueden ser alcanzadas, por tanto, si se consideran estos intrincados nexos.

A continuación el Ing. Jacinto Viqueira, Profesor Emérito de la Facultad de Ingeniería, realizó una exhaustiva revisión de la historia de la energía hidráulica en México. Destacó que a principios del siglo XX se inicia la etapa de construcción de las grandes centrales hidroeléctricas, que se aceleraría en 1937 con la creación de la Comisión Federal de Electricidad y se detuvo en los sesenta como respuesta al mayor interés por los hidrocarburos, que en ese tiempo se encontraban en sus niveles de precios más bajos. La introducción de los principios neoliberales en la administración pública federal, puntualizó, se traduciría en un casi completo abandono del sector hidroeléctrico en México, situación que parece comenzar a revertirse muy lentamente con las proyecciones de nuevas construcciones.

El tercero en tomar la palabra fue el Prof. Anund Killingtveit, Profesor de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, quien en su intervención, a través de argumentos relacionados con los costos de inversión y de retorno, beneficios ambientales y potencial de desarrollo, justificó la importancia de retomar a la energía hidráulica como uno de los pilares del sistema energético actual. Esta energía ofrece importantes potenciales de desarrollo, especialmente en África y Asia, es la que menos de aleja del rango de costos en comparación con los hidrocarburos, si se considera el ciclo de vida completo, es también el que produce el menor grado de gases de efecto invernadero y tiene un grado de retorno de inversión muy alto. Para aumentar su importancia, grandes esfuerzos deben hacerse en el balance de los energéticos y en investigaciones sobre los impactos del cambio climático en la producción de energía.

La última participación corrió a cargo del Dr. Marthinus Smuts, Global Senior Advisor Infrastructure de HATCH. Además de aumentar el potencial de producción mediante la construcción de nuevas centrales, mencionó, es importante trabajar en la optimización de la tecnología ya instalada de turbinas y generadores, para que además funcionen bajo criterios ambientales más estrictos. La energía hidráulica tiene un valor que las demás energías renovables no poseen, la capacidad de almacenamiento, esta cualidad le permite una mayor flexibilidad en su manejo y hacer frente a la intermitencia de otras fuentes.

Los cuatro conferencistas coincidieron en que la energía hidráulica puede ser un importante motor del desarrollo bajo principios de sustentabilidad, pues su carácter de energía renovable y limpia no puede ser discutido. Una importante labor debe hacerse en la optimización de tecnología y el aprovechamiento de áreas de oportunidad en regiones poco exploradas, ello requerirá de un manejo integral del sector bajo perspectivas incluyentes e intersectoriales y de políticas públicas tendientes a la integración e interconexión de los sistemas energéticos.