Hanoi, El presidente de Vietnam, Truong Tan Sang, de visita en el Delta del río Mekong, inspeccionó el ingente trabajo que se realiza allí para impedir que el agua salada proveniente del litoral penetre en los sembradíos.
Además de los efectos de los últimos meses de sequía, el país también enfrenta en el sur el problema de la elevación del nivel del mar, uno de los preocupantes impactos del cambio climático en la península indochina.
Sang recorrió en la provincia de Tien Giang el dique Go Cong de 21 kilómetros que desempeña un importante papel en proteger el agua dulce de 54 mil 400 hectáreas, cuyas dos terceras partes se dedican a la producción agrícola.
Sin embargo, una sección de tres kilómetros quedó seriamente dañada por la intrusión del agua salada, por lo que el mandatario instó a relevantes agencias gubernamentales a agilizar proyectos preventivos y reforzar los diques y sistemas de producción en beneficio de la población local.
También se desplazó a una similar obra de contención en Ba Tri, en la provincia de Ben Tre, la que según pronósticos será de las más golpeadas por el cambio climático en el futuro, e inclusive se le pronostica que 272 kilómetros quedarán sumergidos en caso de que las aguas del mar asciendan 12 centímetros.
Para tratar de impedirlo se hizo una inversión por más de 10 millones de dólares con aportes del presupuesto estatal y de la localidad junto a un préstamo del Banco Mundial.
Autoridades locales en el Delta del Mekong se proponen dragar ríos y canales en la región para aumentar la irrigación hacia 300 mil hectáreas de nuevas plantaciones arroceras, que enfrentan la falta de agua debido a la sequía y la amenaza de penetración salina.