La Paz, La contaminación del río Pilcomayo preocupa hoy a las autoridades bolivianas, las cuales estudian los daños ocasionados por la explotación minera en la zona y los efectos del cambio climático.
Según la secretaría de medio Ambiente y Madre Tierra del departamento de Chuquisaca, uno de los departamentos por donde corre ese río, la contaminación está relacionada sobre todo con los ingenios mineros.
Para Iván Alvis, de la secretaría, el gran problema de la Madre Tierra en Chuquisaca es la contaminación de esa fuente de agua y aunque especificó que los índices tóxicos bajaron en tiempos recientes, aún siguen siendo muy peligrosos.
Se trabaja, dijo, en el sistema de monitoreo de la calidad ambiental del río y los informes producidos son remitidos a las direcciones de medio ambiente de las gobernaciones de Chuquisaca, Potosí y Tarija.
El Pilcomayo, cuya cuenca de 270 mil kilómetros cuadrados la comparten Bolivia, Paraguay y Argentina, nace en la cordillera oriental del altiplano boliviano y luego divide la región del Chaco en dos partes. Su extensión, de casi dos mil 500 kilómetros, lo convierten en un elemento importante para la economía de las regiones que atraviesa, sobre todo por la facilidad para la cría en sus aguas de muchas especies.
Entre ellas destacan el dorado y el pejerrey, importantes en la dieta de los bolivianos y muy afectadas por la contaminación de las aguas.