El alcalde de la localidad zaragozana de Novillas, José Ayesa, ha explicado que el agua ha inundado ya 1.500 hectáreas en este municipio, al que ha llegado esta tarde la punta de la crecida del río Ebro, si bien "prácticamente está todo controlado".

En declaraciones a Europa Press, el alcalde ha señalado que continúan trabajando en el achique de agua de las casas que se han visto afectadas este lunes por la crecida, aunque ahora "apenas se nota que sube el agua" porque en algunos puntos el río ha alcanzado "hasta siete kilómetros de ancho".

El Ebro alcanza un caudal de 2.100 metros cúbicos por segundo y una altura de siete metros y parece que la avenida no afectará al casco urbano. Los vecinos "están tranquilos", ha comentado el alcalde, al observar que las avenidas del Ebro forman parte "de nuestra cultura del pueblo".

No obstante, se mantiene el dispositivo de bomberos y protección civil en la localidad para atender posibles problemas, aunque "si todo transcurre como hasta ahora la noche será tranquila" porque está "todo bajo control".

A las 21.00 horas, se reunirá de nuevo el Comité Asesor del Plan de Emergencias por Inundaciones para evaluar la situación y los últimos datos sobre la crecida en los municipios zaragozanos de la ribera del Ebro. La cresta de la crecida llegará este martes a Alagón y en la madrugada del miércoles a Zaragoza.

Por otra parte, este lunes la Plataforma de Afectados por las Inundaciones ha anunciado que se concentrará en Zaragoza el próximo domingo ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro para reclamar que se limpie el cauce y se eviten futuros problemas ante avenidas. El sindicato ARAGA, entre otras organizaciones, ha anunciado que asistirá a este acto en la capital aragonesa.